“La revancha de la ganadería” fue el lema que reunió a productores, técnicos y funcionarios en la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) para debatir los desafíos y oportunidades del sector.
En ese marco, el consultor Víctor Tonelli ofreció una de las exposiciones más esperadas del 4º Congreso Federal Ganadero organizado por Rosgan, donde delineó el presente y futuro de la actividad a nivel global y local.
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“Recién está empezando lo que nos parece que es un boom, en realidad es algo que recién comienza y nos queda muchísimo por recorrer y disfrutar”, expresó Tonelli al abrir su disertación, en la que destacó que el mercado internacional de carnes atraviesa un proceso estructural de expansión sostenido por nuevos consumidores, cambios culturales y limitaciones en la oferta mundial.
Según explicó, la demanda global crece a un ritmo que supera ampliamente la capacidad de abastecimiento, lo que se traduce en una suba ininterrumpida de precios durante 20 meses consecutivos, según datos de la FAO. “No sabemos todavía cuál es el techo. Octubre fue el valor más alto en moneda constante de los últimos 35 años”, subrayó.

Asia, fitness y trazabilidad: los nuevos motores del consumo
Tonelli detalló que el crecimiento del consumo proviene principalmente de regiones que históricamente no compraban carne vacuna, como el sudeste asiático, Medio Oriente y el norte de África, que hoy representan el 64% de las importaciones mundiales.
“Esa enorme región, con más de 3.500 millones de habitantes, cuadruplicó sus compras en 20 años. Es una oportunidad extraordinaria para crecer”, aseguró.
También resaltó el cambio cultural entre los jóvenes, que vuelven a valorar las proteínas animales como parte de una vida saludable y del fenómeno “fitness”. Dijo que “después de haber pasado la sombra de los multiprocesados vegetales, los jóvenes descubren que las proteínas animales son buenas para la salud y para verse bien”.
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Pero advirtió que las nuevas generaciones “tienen una responsabilidad social” que condiciona las decisiones de compra: “para ellos, bienestar animal, trabajo infantil, pueblos originarios y medio ambiente son temas que definen el consumo. Quieren carne libre de deforestación, con trazabilidad y geolocalización que les garanticen cómo se produjo”.

Estados Unidos, China y Brasil: señales del reacomodamiento global
El analista mostró cómo China pasó de consumir 4,5 kilos a 8 kilos de carne por habitante en apenas 13 años, multiplicando por 38 sus importaciones: de 100.000 a 3,8 millones de toneladas anuales. “La pregunta no es si va a seguir creciendo, sino quién la va a abastecer”, lanzó.
También señaló que Estados Unidos atraviesa su nivel de stock más bajo en 74 años, y que incluso duplicó sus importaciones de carne, transformándose en el segundo importador mundial.
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En tanto, Brasil —principal exportador global— inicia una etapa de recomposición de stocks, lo que reducirá su capacidad de oferta y sostendrá precios firmes para 2026 y 2027.
“Esto no es un boom, es un cambio absoluto en la tendencia de consumo del mundo”, enfatizó Tonelli.

Desafíos internos: crédito, inversión y reposición de stocks
Al referirse al escenario local, el consultor celebró la decisión oficial de “prohibir prohibir exportaciones”, a la que calificó como “el hecho más trascendente” de la política ganadera reciente. Sin embargo, advirtió que la falta de crédito y financiamiento limita el inicio del ciclo de recuperación de stocks.
“El valor del stock ganadero ronda los US$40 mil millones. Necesitamos crédito en cantidad y plazos adecuados. Está todo bárbaro, viene el pasto, pero al fin de mes hay que pagar las cuentas”, ironizó.
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Proyectó que 2026 y 2027 serán años de precios muy firmes, con una oferta que correrá detrás de la demanda, y un proceso de recomposición que llevará al menos dos años. “Van a ser años para alquilar balcones —o comer pochoclo—”, dijo con humor.
En su cierre, Tonelli fue categórico: “Sin crecimiento de exportaciones no tenemos futuro. Exportar o nada”.



