El partido bonaerense de Nueve de Julio es un fiel reflejo de la problemática que los productores agropecuarios viven en gran parte del país con los anegamientos que han afectado a la recolección de los cultivos de la cosecha pasada y complican el comienzo de la campaña agrícola 2025/26.
Según el último relevamiento realizado a mediados del mes pasado por la Sociedad Rural de esa localidad, más de un 40% de las 420 mil hectáreas del partido están totalmente inundadas.
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“A eso, hay que agregarle bastante más de superficie afectada porque no se puede llegar por el mal estado de los caminos o porque el suelo embarrado tampoco permite cosechar los cultivos, aunque no figure como inundado. Diría que hay un 80% del territorio que está improductivo”, describió el productor y vocal de la Sociedad Rural de esa localidad, Nicolás Capriroli, en diálogo con TN.
Para colmo de males, la localidad recibió un promedio de 80 milímetros (mm) de lluvias entre este lunes 18 y la madrugada de este miércoles 20 de agosto, lo que agravó la situación.
Capriroli, quien además es delegado ante la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), describió que ya cayeron entre 1200 y 1500 mm en lo que va de 2025, cuando en la zona suelen registrarse 900 mm en un año promedio.
“Tenemos la esperanza que la primavera venga sin muchas lluvias, cosa que es poco probable, porque en esa etapa suelen caer el 50% de las precipitaciones que hay en el partido”, aseveró.
Al respecto, acotó: “Eso es un agravante para lo que resta del 2025. Ya estamos en el peor momento de la historia registrada, superando al 2002, con más del 40% de la superficie anegada, cuando en ese momento habíamos estado en un 38%”.
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Todo esto se traduce en grandes complicaciones para terminar con la cosecha pasada, en zonas donde no se van a poder recolectar los cultivos o el agua afectó a los granos almacenados en los silobolsas.
A su vez, distintos establecimientos ganaderos debieron ser evacuados y se registraron algunos cierres de tambos en Carlos Casares, partido lindero a 9 de Julio que también atraviesa por un difícil momento.
En lo que respecta a la campaña de fina, el dirigente aseguró que hubo recortes de la superficie. “Es una campaña muy pobre de trigo y cebada. El estado de los cultivos es bastante bueno en las lomas, pero se ha perdido parte de lo que se ha sembrado porque ha seguido lloviendo durante estos últimos meses”.

En tanto, hay una perspectiva “bastante mala” de la campaña gruesa 2025/26, que ya está por iniciarse con las tareas preparativas de los suelos y los controles de malezas, para concretar la implantación a mediados de septiembre.
“Se arranca con maíz y girasol, y después se sigue con soja, pero hay una gran incertidumbre por las hectáreas que se van a poder producir”, describió.
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En ese sentido, advirtió: “Todo esto trae aparejada una gran crisis socioeconómica, porque los principales ingresos de las localidades del interior vienen del campo. Puede que la mano de obra directa que da el sector no sea muy importante, pero la indirecta representa casi la totalidad de los empleos”.
En lo que respecta a las respuestas políticas, reclamó mayores acciones del municipio, la provincia y la Nación.
Si bien dijo que la tasa vial de esa ciudad es acorde a los montos que se deberían cobrar, al estado de los caminos lo calificó como “desastroso”, lo cual complica no solo a la actividad productiva, sino también a la vida diaria de la ruralidad, como la asistencia a los establecimientos educativos.
A su vez, la cobrabilidad de la tasa bajó del 80% al 60%, debido a la disconformidad de muchos productores.
“El secretario de obras públicas y la intendente (María José Gentile del PRO) tratan de seguir adelante con los recursos que tienen. Pero no son para nada suficientes, y por eso también hacemos reclamos a la provincia y la Nación. No pedimos grandes sumas de dinero, sino que nos presten dos o tres máquinas por 6 meses o el plazo que consideren, para avanzar más rápido con las obras”, aseguró.
Ante esta situación, hay proyectos de limpiezas de canales y arreglos de caminos, que son pagados por los productores.
“En este contexto, hay una ordenanza vigente de que esa inversión se va a devolver en el pago de futuras tasas, y estamos tratando de que se haga en el menor plazo posible”, concluyó.