Alejandro Allende, conocido como “el Gaucho de Wall Street”, es un ejemplo singular de cómo la pasión por el campo puede unir mundos muy distintos.
Tras una década trabajando en la Bolsa de Nueva York durante los años 90, Allende volvió a sus raíces para cumplir un sueño: tener un campo en La Pampa dedicado a la cría de caballos criollos y ahora, también, a la recuperación de una raza bovina casi desaparecida en Argentina.
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La raza Devon, originaria de Gran Bretaña y que llegó al país a comienzos del siglo XX desde Brasil, fue presentada por primera vez en la 137° Exposición de Ganadería, Agricultura e Industria Internacional, que se desarrolla en el predio de Palermo.
Estos ejemplares de unos 10 meses, exhibidos en el pabellón ocre, son el fruto de un esfuerzo por rescatar una parte de la historia ganadera nacional que se había perdido con el paso de los años.
Una apuesta ganadera que combina docilidad, eficiencia y calidad de carne
“Volver a ver esta raza en tierras argentinas es un orgullo”, afirmó Allende mientras observa a sus animales. El productor recordó con detalle su vida en Nueva York, donde compartió edificio con figuras relevantes como el actual ministro de Economía Luis “Toto” Caputo, pero siempre mantuvo firme la idea de regresar para invertir en su propio proyecto rural.
El campo, ubicado en General Acha y bautizado Wanda Hue en honor a su esposa, hija de inmigrantes polacos, es hoy un espacio donde se combinan tradición y modernidad. Allí, además de la cabaña de caballos criollos, los ejemplares Devon representan una apuesta para diversificar y fortalecer la ganadería pampeana.
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Con su vestimenta típica —bombacha de campo, boina y bufanda—, Allende es la imagen viva de esa mezcla entre la vida urbana financiera y la identidad rural argentina.
Su historia y su trabajo quedaron plasmados en esta muestra, que no solo exhibe animales, sino también historias que enriquecen el vínculo del campo con el país.
Raúl Bergese, presidente de la Asociación de Criadores de Devon, destacó la importancia histórica de la presentación de esta raza en la Expo Rural. Aunque el Devon llegó a la Argentina en 1901, con el tiempo desapareció del país, y esta es la primera vez que sus ejemplares forman parte de la muestra ganadera más emblemática.
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El criador explicó que la recuperación comenzó en agosto del año pasado, cuando trajeron la madre desde Brasil. Desde entonces, nacieron los terneros que hoy se exhiben en el predio de Palermo, devolviendo a la Argentina una raza que hasta ahora era exclusiva de otros países.
Entre las principales virtudes del Devon, Bergese resaltó su mansedumbre y la facilidad para el parto, aspectos que facilitan su cría.
Además, subrayó la calidad de su carne, que es marmolada y presenta características similares al Angus, con un sabor suave y delicado que atrae a los paladares más exigentes.
