Las proyecciones climáticas para el próximo verano traen una señal alentadora para el agro argentino: “La Niña” no asomaría en la campaña gruesa 2025/26.
Luego de cuatro episodios de Niña en los últimos cinco ciclos —tres de ellos consecutivos— el sector espera con expectativa que se confirme una fase de Neutralidad en el Pacífico.
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Los últimos informes de la NOAA indican que no hay argumentos sólidos para anticipar ni un Niño ni una Niña en los próximos meses.
Alfredo Elorriaga, consultor de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), explicó que la evolución reciente de los índices oceánicos muestra una estabilización en torno al rango de neutralidad, definido entre -0,5 y 0,5.
“Los datos de mayo y junio descartan la tendencia al calentamiento que se insinuaba en abril, cuando los valores amenazaban con cruzar el umbral Niño”, detalló.
Si esta estabilidad se mantiene, el clima no jugaría en contra como lo hizo en campañas anteriores, donde los principales cultivos —soja, maíz y trigo— sufrieron pérdidas severas.

La importancia de datos clave para la planificación agrícola
“Una campaña sin interferencias fuertes del ENOS puede mejorar el rinde y reducir riesgos productivos”, señaló Elorriaga. No obstante, el consultor advirtió que agosto será el mes decisivo para consolidar este escenario.
El análisis también aclaró un punto relevante: las lluvias extremas de mayo, con acumulados de hasta 500 mm en algunas zonas del este del país, no fueron provocadas por El Niño. “Se produjeron saliendo de una Niña moderada, por lo que no hay vínculo directo con un cambio de fase en el Pacífico”, remarcó el especialista.
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Los datos más recientes de la NOAA, actualizados al 20 de junio, refuerzan un escenario de Neutralidad climática en el océano Pacífico. La anomalía mensual medida es de 0,08, dentro del rango que descarta tanto a “El Niño” como a “La Niña”. De sostenerse esta tendencia, la campaña gruesa 2025/26 se desarrollaría sin la influencia de fenómenos extremos, lo cual sería una noticia alentadora para la producción agrícola argentina, muy afectada por la variabilidad climática de los últimos años.

Elorriaga, explicó que “esto no es definitivo, pero es una buena señal de los modelos”. Aunque agosto será clave para la confirmación, el especialista advirtió que un cambio hacia un evento La Niña requeriría una modificación brusca de las condiciones actuales, lo que hoy no se observa en los registros ni en las proyecciones.
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En términos probabilísticos, la Neutralidad domina el escenario con un 50% de chances hacia febrero, frente a un 36% para La Niña y un 14% para El Niño. A partir de marzo, las probabilidades de mantener condiciones neutras se fortalecen aún más y alcanzan el 66% en abril. Esta estabilidad contribuiría a generar un entorno climático más favorable para soja, maíz y otros cultivos de verano, luego de varias campañas marcadas por déficits hídricos.
En cuanto al Atlántico, Elorriaga indicó que se registra un enfriamiento de las aguas costeras argentinas en los últimos días, lo que reduce su incidencia sobre el régimen de lluvias. Para julio, no se esperan precipitaciones importantes en la región pampeana. Aunque hay nubosidad sobre el este del país, no hay pronósticos que anticipen lluvias significativas que puedan condicionar la siembra de trigo en el este bonaerense.
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Si se confirma el patrón neutral, sería un factor determinante para recuperar parte del terreno perdido en las últimas campañas, en un país donde el clima sigue siendo uno de los principales condicionantes de la economía agrícola.