En el corazón de General Las Heras, provincia de Buenos Aires, y con una trayectoria que se remonta a 1994, una iniciativa familiar ha redefinido los estándares de la producción ganadera. Con la participación activa de dos generaciones, La Julia se ha consolidado como un referente en la ganadería regenerativa certificada orgánica, un sistema que abarca el ciclo completo de cría, recría y engorde, garantizando un manejo integral y sostenible.
Conocimos los detalles de La Julia en un nuevo capítulo de Arraigados, el ciclo de diez historias presentadas por Chevrolet. El compromiso con la producción sana y sustentable es el pilar fundamental de este emprendimiento. La visión es clara: ofrecer alimentos con sabores y nutrientes reales, fruto de un proceso que respeta los tiempos de la naturaleza y el bienestar animal. En este campo ganadero, el pastoreo es 100% natural, sobre praderas que son el reflejo de un manejo holístico. Este enfoque permite una atención meticulosa a cada detalle, desde la alimentación del ganado hasta la calidad final de la carne. Es un modelo que va más allá de la mera producción, integrando el cuidado del ecosistema como una misión primordial.
La transparencia es clave en cada etapa. Los animales son criados sin el agregado de hormonas, esteroides ni antibióticos, asegurando un producto puro y natural. La conexión con la tierra y el respeto por el ciclo de vida del ganado son evidentes en cada decisión. Incluso, desde 2006, la expansión de este modelo ha llegado a Uruguay, consolidando su filosofía de producción a nivel regional. Este crecimiento refleja la solidez y la coherencia de un proyecto que busca constantemente la excelencia.
La alta calidad de la carne bovina es una prioridad innegociable. La filosofía es sencilla pero profunda: se ofrece el producto al mercado solo cuando el animal alcanza su momento de madurez ideal. Esto significa que la disponibilidad de los cortes es estacional, un testimonio más del respeto por el ciclo natural y la búsqueda de la perfección en cada pieza. El proceso de garantía de calidad es exhaustivo, abarcando desde la preparación artesanal de los cortes hasta el cuidadoso sellado al vacío y el empaque, asegurando que el consumidor reciba un producto que cumpla con los más altos estándares de frescura y sustentabilidad.
Este enfoque no solo beneficia al consumidor con un producto de sabor inigualable y alto valor nutricional, sino que también contribuye activamente a la salud del planeta. Al elegir este tipo de producción, La Julia se apoya en un modelo que cuida el suelo, el agua y la biodiversidad, sentando las bases para un futuro más sostenible en la industria alimentaria.