La cosecha de soja de primera está prácticamente detenida en la región agrícola núcleo del país. Los últimos relevamientos reflejan que se cosechó menos del 10% del área sembrada, cuando el avance promedio para esta época del año ronda históricamente el 55%.
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El fuerte atraso genera preocupación entre los productores, que alertan sobre los riesgos de pérdidas de calidad si se repite el escenario del año pasado.
El clima no da tregua. Abril arrancó con lluvias y lloviznas persistentes, que se sumaron a un marzo especialmente húmedo, con un promedio de 176 milímetros en la región. La inestabilidad seguirá, aunque con mejoras temporarias.

“Llevamos un atraso de cosecha de 20 días”
“Durante la primera quincena del mes se mantendrá un ambiente muy húmedo, con probabilidad de lluvias y lloviznas, aunque no se prevé una carga pluvial destacada como en los meses anteriores”, señaló el consultor José Elorriaga.
El informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), elaborado por Marina Barletta, Florencia Poeta y Cristián Russo, indica que en la última semana el avance fue de apenas 5 puntos porcentuales.

El año pasado, a esta misma altura, el progreso era del 43%. En zonas como Totoras advirtieron que “sacar un camión con grano se vuelve una odisea”, debido al mal estado de los caminos y la falta de piso en los lotes.
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En el centro-sur y sur de Santa Fe, la cosecha promedia un 12% de avance, con rindes de entre 43 y 45 quintales por hectárea. “Llevamos un atraso de cosecha de 20 días”, afirman. En el norte de Buenos Aires, las tareas apenas comenzaron, pero están interrumpidas por lloviznas constantes.

En Pergamino, los rindes varían entre 38 y 50 qq/ha. En el sudeste de Córdoba se cosechó solo el 5% de los lotes, con un promedio de 41 qq/ha, y se espera que si el clima mejora, la trilla pueda retomarse la próxima semana.
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La cosecha de maíz temprano avanza en la región núcleo, con un progreso del 85% del área sembrada, aunque con disparidades según la zona. En el centro-sur y sur de Santa Fe, donde los rindes promedian entre 92 y 101 qq/ha, la trilla está casi finalizada.
Sin embargo, en localidades como Bigand, los productores decidieron priorizar la soja de primera, postergando la recolección del cereal.

En el norte de Buenos Aires, la cosecha podría haber terminado, pero la alta humedad frenó las tareas con un avance del 80%. Allí se obtienen los rindes más bajos de la región, con promedios de 65 qq/ha debido al estrés hídrico de diciembre y enero. En tanto, el sudeste cordobés registra un retraso mayor, con un 70% de avance.
Mientras tanto, el exceso de lluvias en marzo y los primeros días de abril genera preocupación por el impacto en la calidad de los cultivos. En localidades como Carlos Pellegrini y Pergamino, productores alertaron sobre los riesgos de deterioro de los granos por la persistencia del tiempo húmedo y nublado. Se mencionan posibles brotados, hongos, desgrane y lavado de carbohidratos como consecuencias probables si las condiciones no mejoran.
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El informe de la BCR destacó que, aunque las precipitaciones favorecen las reservas para la siembra de trigo, también agravan el escenario para la cosecha gruesa. En los primeros diez días de abril, localidades como Irigoyen, Rosario y Carlos Pellegrini acumularon más de 50 mm. Estos registros se suman a un marzo con un promedio regional de 176 mm, muy por encima de los niveles históricos.

Además, la semana pasada se registraron las primeras heladas del año, aunque sin impactos significativos en la región núcleo. Las mínimas llegaron a marcar valores por debajo de 0 °C en sectores del sur de Córdoba, La Pampa y el oeste bonaerense, mientras que en el núcleo agrícola los registros oscilaron entre 0 y 5 °C, con heladas agronómicas de corta duración que no habrían causado daños relevantes en los cultivos tardíos.