La cooperativa SanCor atraviesa uno de los momentos más críticos de su historia. Con una deuda global que supera los US$400 millones y una capacidad productiva que se reduce día tras día, el futuro de la compañía pende de un hilo.
La búsqueda de un inversor privado se convirtió en la última esperanza para evitar el colapso definitivo.
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En su época de esplendor, SanCor llegó a procesar más de 3 millones de litros diarios, con una red de 14 plantas industriales que la posicionaba como líder en el mercado lácteo.
Sin embargo, las profundas crisis económicas y una reestructuración fallida hicieron que la empresa perdiera competitividad y relevancia.
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Hoy solo cuenta con cinco plantas operativas, trabajando al mínimo, mientras que una sexta cerró definitivamente a fines del año pasado.
El panorama actual es sombrío
Durante 2024, la cooperativa logró procesar apenas 500.000 litros diarios, pero las interrupciones en las líneas productivas fueron constantes, dejando en evidencia el desgaste de una estructura que alguna vez fue un orgullo de la industria nacional.
El nuevo directorio, que asumió en las últimas semanas, aceleró las negociaciones para conseguir un rescate financiero antes del segundo semestre de 2025.
Según fuentes cercanas, las gestiones se centran en atraer a inversores privados que puedan inyectar capital fresco para estabilizar la situación y reactivar las plantas.
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La incertidumbre golpea no solo a los trabajadores y proveedores, sino también al sector lácteo en general.
La posible desaparición de SanCor sería un golpe simbólico y económico, dejando a miles de productores sin uno de sus principales canales de comercialización.
SanCor comenzó el año en una situación crítica, con sus cinco plantas productivas trabajando al mínimo y un clima laboral deteriorado por años de atrasos salariales.
La planta de Gálvez, en Santa Fe, y La Carlota, en Córdoba, ambas dedicadas a la producción de quesos, están operando en niveles mínimos, mientras que Devoto y Balnearia, donde se elaboran quesos, cremas y mantecas, enfrentan complicaciones similares.
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En Sunchales, planta insignia de la cooperativa destinada a la producción de leche, el panorama es aún más preocupante, habiendo permanecido cerrada durante 10 meses el año pasado.
SanCor busca inversores privados para superar su crisis financiera y reactivar su producción
Según fuentes del sector, la empresa atraviesa un grave “estrés financiero” que impide cumplir con los pagos pactados y agrava el malestar entre sus trabajadores.
En medio de esta crisis, la cooperativa busca con urgencia inversores privados que le permitan retomar la actividad y estabilizar sus operaciones.
“Si en los próximos cuatro meses no se consiguen aportes privados, el futuro será complejo”, advirtieron fuentes cercanas a la empresa.
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Actualmente, hay negociaciones con grupos nacionales e internacionales, y la expectativa es concretar un acuerdo antes de mitad de año.
El nuevo presidente de la cooperativa, Oscar Juan Sapino, asumió en noviembre con la prioridad de conseguir un salvataje financiero.
Entre las alternativas para superar la crisis se analizan opciones como establecer sociedades independientes por planta, dividir las unidades de negocio con socios estratégicos o reactivar un fideicomiso.