Silvia Sánchez es ingeniera agrónoma y tiene más de 30 años de experiencia en el rubro agrícola. Desde Charata, Chaco, fundó AGL una empresa que actualmente brinda soluciones tecnológicas para productores y trabaja por el desarrollo de la zona.
El proyecto nació como Agroveterinaria Langellotti, una manera de unir su profesión con la de su esposo, que era veterinario. Hoy AGL produce maíz, soja y, en menor medida, girasol y trigo. También se dedica a la venta de agroquímicos, semillas, fertilizantes, acopio de cereales y siembra de diversos cultivos para el mercado interno.
“La agricultura es el motor económico de esta región, por eso considero que es necesario que derrame, que provoque desarrollo no solo agropecuario sino en toda la comunidad” destaca Silvia, que además de continuar trabajando en AGL es también vicepresidenta de Solidagro, una Asociación civil que busca impulsar el empleo en Chaco.
“Con Solidagro, estamos en Charata desde hace 21 años y focalizamos nuestra actividad en Cambalache, un barrio periférico de nuestra ciudad”, explica Sánchez. Desde allí, desarrollan distintos talleres con los que aportan a la educación y buscan promover el desarrollo personal y la inserción laboral de los vecinos de la comunidad.
Entre los apoyos más importantes de las actividades de Silvia en Charata, se encuentra BASF. La empresa de soluciones agrícolas tiene entre sus ejes principales construir un futuro sustentable para la agricultura a partir de la conexión entre la innovación, los productores agropecuarios y la sociedad en general. En este sentido, Sánchez es un ejemplo de la búsqueda de la empresa. “Uno de nuestros pilares estratégicos es la comunidad, por eso con estas acciones buscamos estar cerca de los productores agropecuarios y de la red de distribución en la que se desarrollan. La agricultura presenta grandes desafíos y consideramos que la mejor manera de enfrentarlos es hacerlo juntos”, sostiene Ana Belén García, consultora de Comunicación en BASF Agro.
Esta historia retrata cómo el agro no solo es un proveedor de alimentos, sino también un generador de desarrollo y de oportunidades para las personas. “Siempre pienso lo importante que es que nuestra actividad agropecuaria se transforme en desarrollo comunitario. Para mí, esa es mi función”, concluye.