Agricultores de distintas regiones de Francia llevaron a cabo una serie de manifestaciones para expresar su rechazo al acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y los países del bloque Mercosur.
Con tractores bloqueando rutas y cruces de madera instalados en puntos estratégicos, el mensaje fue claro: consideran que “el pacto amenaza su medio de vida”.
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“Detengan las promesas, comiencen con acciones”, rezaba un cartel colocado en la ciudad de Le Cannet-des-Maures, al sureste del país.
Los manifestantes no solo demandaron medidas concretas, sino que señalaron al presidente Emmanuel Macron por lo que perciben como falta de acción contundente para proteger a la agricultura local.
Los agricultores reclaman políticas más firmes
El descontento se intensificó luego de que Macron reiterara, durante un encuentro con su par argentino, Javier Milei, en el marco del G20 en Río de Janeiro, que Francia “seguirá oponiéndose” al acuerdo comercial.
A pesar de sus declaraciones, los agricultores reclamaron políticas más firmes para evitar lo que ven como una competencia desleal frente a los productos agrícolas sudamericanos.
“Macron, su agricultura está muriendo y está mirando hacia otro lado”, expresaba otra pancarta en medio de las movilizaciones.
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Para los manifestantes, la falta de regulación estricta en cuestiones ambientales y de calidad en los países del Mercosur podría generar un desequilibrio insostenible en el mercado europeo, dejando al productor francés en una posición de desventaja.
En Lyon, los manifestantes arrancaron carteles municipales y los dejaron en las escaleras de un museo, mientras en otras regiones erigieron cruces junto a horcas simuladas con mensajes como “La agricultura de Francia en peligro”.
La Federación Nacional de Sindicatos de Agricultores (FNSEA) y los Jóvenes Agricultores destacaron los logros obtenidos tras dos días de movilizaciones contra el acuerdo comercial entre la Unión Europea y Mercosur.
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Gracias a las protestas responsables y organizadas en todo el territorio, el Gobierno permitió que el parlamento francés debata sobre las preocupaciones planteadas por el sector agrícola.
Desde la FNSEA valoraron la coordinación entre sindicatos agrícolas europeos y el apoyo transversal de la clase política en Francia.
Arnaud Rousseau, presidente de la FNSEA, resaltó los cuatro puntos clave alcanzados: una oposición clara del presidente y el primer ministro, un consenso sindical europeo, avances en países clave como Italia y Polonia, y una postura política unificada en el Parlamento.
Sin embargo, dejó en claro que la lucha no terminó y que las movilizaciones continuarán hasta asegurar medidas concretas que protejan al sector agrícola francés.
Por su parte, Pierrick Horel, presidente de los Jóvenes Agricultores, subrayó que esta victoria parcial demuestra la fuerza de sus redes al combinar la experiencia de los mayores con la energía de la juventud.
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Señaló la necesidad de cambiar las metodologías de negociación de los acuerdos de libre comercio, priorizando al sector agrícola.
“Seguiremos manifestándonos para garantizar un futuro esperanzador para los agricultores y responder a los desafíos del cambio climático”, concluyó.
El acuerdo comercial enfrenta una fuerte resistencia. Señalan que estos competidores no están sujetos a las estrictas normativas europeas en fitosanitarios, uso de hormonas, y medidas ambientales.
La situación se suma a un contexto de desafíos crónicos como bajos ingresos, excesiva burocracia y malas cosechas, que ya habían desencadenado protestas continuas a principios de este año en Francia.