La Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) publicó el informe del Relevamiento de Tecnología Agrícola Aplicada (ReTAA) correspondiente a la campaña 2022/2023, en el contexto de una producción reducida a 81,4 millones de toneladas de granos, que fue una de las menos voluminosas de las últimas dos décadas. En comparación con la campaña anterior, esta reducción se debió a la escasa disponibilidad hídrica en el suelo y a pronósticos de precipitaciones desfavorables.
En ese sentido, el consumo de fertilizantes para cultivos como cebada, trigo, maíz, sorgo y soja alcanzó 3,58 millones de toneladas, reflejando una disminución del 21% respecto al año anterior. Sin embargo, el informe resaltó que, aunque la incorporación de nutrientes disminuyó debido a la caída en el consumo de fertilizantes, fue mayor la disminución en la extracción de nutrientes por la caída de los rendimientos.
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Como resultado, el porcentaje de reposición de nutrientes (NPS) se incrementó, alcanzando un 88%. A pesar de que este valor aún refleja un déficit a nivel nacional, con la reposición de nutrientes siendo menor que lo extraído, se observa una mejora significativa en el equilibrio de nutrientes en comparación con los años anteriores. Este dato sugiere que, aunque la producción y el consumo de fertilizantes disminuyeron, la proporción de nutrientes repuestos mejoró, lo cual es un indicador positivo para la sostenibilidad del suelo agrícola, destacó la BCBA.
El consumo de fertilizantes durante la campaña 2022/2023 registró una caída significativa en comparación con las campañas 2019/20, 2020/21 y 2021/22. Este descenso del 21% respecto al año anterior se debe, en gran medida, a factores ambientales adversos y a la redistribución de la superficie sembrada entre los principales cultivos del país, señalaron en el informe ReTAA.
Además, desde la BCBA se explica por la redistribución de la superficie sembrada, trasladando cultivos con mayor relación insumo-producto hacia aquellos con menor relación insumo-producto, así como por la reducción de las dosis aplicadas dentro de los mismos cultivos. Esta cifra es menor a la de las dos campañas anteriores, reflejando una disminución en la extracción de nutrientes (N+P+S) del 36% en comparación con la campaña 2021/2022.
La recomendación de fertilización incluye la dosis, el tipo de fertilizante, el momento de aplicación y su ubicación
En ese sentido, desde la BCBA destacaron que los sistemas de recomendación de fertilización varían, desde diagnósticos de disponibilidad de nutrientes en el suelo hasta estimaciones del retorno económico. Entre los métodos utilizados se encuentran el requerimiento total, respuesta promedio, reposición y enriquecimiento, balance, curvas de rendimiento, curvas de respuesta y rango de respuesta.
A pesar de la disminución en el uso de fertilizantes, “es fundamental optimizar las estrategias de fertilización para mantener la productividad agrícola”. La correcta aplicación de fertilizantes, considerando tanto la dosis adecuada como las mejores prácticas de aplicación, es esencial para maximizar el rendimiento de los cultivos y garantizar la sostenibilidad del suelo agrícola, afirmaron desde la BCBA.
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En este contexto, el balance de nutrientes en la agricultura puede medirse como un porcentaje de reposición, indicando cuántos kilogramos de nutrientes se reponen por cada 100 kg extraídos. En la campaña 2022/23, el porcentaje de reposición de nitrógeno, fósforo y azufre (NPS) alcanzó el 88%.
Además, en el informe de la campaña 2022/23 se registró un aumento en el porcentaje de reposición de nitrógeno, fósforo y azufre en comparación con la campaña anterior. A nivel nacional, los valores de reposición de nitrógeno y azufre permanecieron por debajo del 100%, indicando que se extraen más nutrientes de los que se incorporan, mientras que el fósforo mostró un balance positivo con un incremento considerable.
La producción, y por ende la extracción de nutrientes, se vieron afectadas por las escasas precipitaciones, impactando el balance general de nutrientes, remarcaron en el reporte ReTAA.
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En algunas regiones, el balance de determinados nutrientes alcanzó o superó el 100% debido a la menor extracción por la caída en la producción. Sin embargo, en otras zonas, el balance sigue siendo inferior al 100%, reflejando una baja o nula fertilización.
A pesar de que el balance de nutrientes muestra una tendencia hacia estrategias de producción más sostenibles, la extracción de nutrientes sigue superando al aporte, resultando en un balance negativo. “Factores económicos, comerciales, técnicos-agronómicos y ambientales continúan influyendo en la fertilización, resaltando la necesidad de mejorar las prácticas para lograr un equilibrio más sostenible en el uso de nutrientes”, afirmaron desde la BCBA.