Pablo Borrelli es el ingeniero agrónomo de 66 años que está revolucionando el agro argentino. Con su perspectiva holística para trabajar en el campo, busca que los productores “desarrollen un negocio con propósito”.
Junto a sus dos hijos capacita a los trabajadores rurales para que, a través de la ganadería regenerativa, logren “secuestrar carbono” en sus suelos y reciban créditos a cambio.
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“Nosotros no somos hippies ni talibanes de la producción”
“Esto representa no solo la posibilidad de que el productor tenga un ingreso extra, sino la chance de redefinir su rol, porque a través de su actividad también puede convertirse en un productor de servicios ambientales”, explicó Borrelli en diálogo con TN.
En un contexto donde los ecologistas cuestionan el trato del sector agropecuario hacia el medio ambiente, el agrónomo aseguró que “producir y cuidar la naturaleza no son actividades en conflicto”.
“Nosotros no somos hippies ni talibanes de la producción. Sacando a los herbívoros no vas a recuperar un pastizal, y nadie va a cuidar mejor la tierra que un productor ganadero. Lo que hay que cambiar solamente es el manejo tradicional por uno holístico”, reflexionó.
Este proyecto, además de generar “un flujo de capital que viene de los países más desarrollados impactando fuertemente sobre la rentabilidad, es una revolución porque algo así no existía, y es innovación argentina”, dijo el ingeniero.
Para graficar cómo funciona este sistema, citó el ejemplo de las compañías aéreas. “Muchas tienen un plan de mitigación de carbono, pero en algún punto no pueden dejar de emitir. Al ingresar al mercado voluntario de carbono, le pueden comprar créditos al productor y ahí sí, quedan en cero”, detalló.
“Al productor no le van a pagar por hacer lo mismo de siempre”
Borrelli, que desde hace 12 años viene trabajando sobre el manejo holístico del agro, contó que ya unos 300 productores patagónicos recibieron los beneficios ambientales y económicos de la ganadería regenerativa, y que “unos 70 ya tienen créditos vendidos que a cobrar el año que viene”.
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“Desarrollamos una red para asistir a los productores, donde se pueden capacitar con técnicos que los ayudan y acompañan durante todo el proceso de transición. El cambio climático y la degradación de tierras es real, y en unos años al productor no le van a pagar por hacer lo mismo de siempre”, explicó.
El valor de un crédito depende de la calidad del suelo y el protocolo científico establecido rige para todo el planeta. “Los censores no tienen ideología y la tasa de emisión de carbono es una evidencia concreta que no se puede disfrazar. Depende de nosotros definir en qué lugar queremos estar: si nos ponemos del lado del problema o del de la solución”, indicó.
Borrelli dijo que sueña con que “la ganadería regenerativa sea la norma y no la excepción”. “Los productores con esta actividad no solo generan más rentabilidad, sino que también aumentan el capital animal y social, y terminan levantándose de la cama todas las mañanas orgullosos de que hacen una tarea noble”.