El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) dio un paso más en la lucha contra la encefalomielitis equina al anunciar la implementación de nuevos requisitos para la movilización de equinos en el territorio nacional. La medida, detallada en la Disposición 365/2023 y publicada en el Boletín Oficial, se centra en la vacunación como herramienta clave para el control de la enfermedad.
Según la disposición, los equinos vacunados contra la Encefalomielitis Equina del Este y del Oeste podrán movilizarse a lo largo y ancho del país, siempre que cuenten con una constancia de vacunación vigente. Específicamente, la vacunación debe haberse llevado a cabo al menos 15 días antes del movimiento y con vacunas aprobadas por el Senasa.
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En ese contexto, la normativa establece un protocolo más estricto para el movimiento de equinos no vacunados. Aquellos que provengan de provincias donde se haya diagnosticado la encefalomielitis equina solo podrán movilizarse dentro de la misma provincia o hacia aquellas que compartan la misma condición sanitaria. En cambio, los equinos no vacunados provenientes de provincias sin diagnóstico de la enfermedad podrán movilizarse dentro de la misma provincia o hacia otras con la misma condición sanitaria.
Además, estas medidas buscan no solo controlar el movimiento de equinos en áreas afectadas por la enfermedad, sino también prevenir la introducción de la encefalomielitis equina en regiones actualmente libres de ella. El organismo nacional, al reforzar estas regulaciones, avanza en el compromiso de salvaguardar la salud equina y la integridad del sector agropecuario en todo el territorio nacional.
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Hasta la fecha, la encefalomielitis equina dejó su huella en diversas provincias argentinas, incluyendo Buenos Aires, Chaco, Corrientes, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Formosa, Santiago del Estero, Río Negro, La Pampa, San Luis y Salta. La enfermedad, transmitida de aves a mosquitos y posteriormente a equinos y seres humanos, generó gran preocupación al expandirse a nuevas especies, incluyendo el contagio en ovino y el primer caso registrado en humanos.
No obstante, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) respondió a esta situación epidemiológica en constante evolución mediante la implementación de medidas preventivas más rigurosas. Estas incluyen nuevos requisitos para la movilización de equinos y un enfoque integral en la actualización y visualización de brotes a través de tableros estadísticos, accesibles en el sitio web oficial del Senasa y actualizados diariamente.
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A su vez, en la lucha contra la encefalomielitis equina, el organismo reiteró la importancia del uso de repelentes tanto en humanos como en equinos para evitar las picaduras del mosquito, vector de la enfermedad. Paralelamente, trabajan en colaboración con laboratorios productores e importadores para agilizar la aprobación y distribución de nuevas dosis de vacunas, con más de 1,2 millones de dosis ya distribuidas desde el inicio de la emergencia.
Por último, un laboratorio nacional se mantiene activo en la producción para garantizar la cobertura total en las regiones más afectadas. La colaboración de la industria equina y la rápida respuesta del Senasa son fundamentales para contener la propagación de la enfermedad y salvaguardar la salud de equinos y población.