Con motivo de un nuevo Día Mundial de los Fertilizantes, que se celebra este viernes 13 de octubre, desde la Asociación Civil Fertilizar, destacaron la importancia de estos insumos para aumentar la productividad.
Este descubrimiento, seguido del desarrollo de un reactor de alta presión por Carl Bosch, fue el origen de la producción industrial de fertilizantes amoniacales, hace más de 100 años.
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Las plantas, al igual que los seres humanos, requieren de nutrientes para su crecimiento saludable, de los cuales 17 son esenciales. Si la disponibilidad de uno de estos elementos se encuentra en cantidad insuficiente, el crecimiento de las plantas es limitado, y así lo son tanto los rendimientos como la calidad de los productos cosechados.
Los seres humanos, por su parte, necesitan más de 40 nutrientes diferentes para gozar de buena salud. Aparte del oxígeno del aire y del hidrógeno del agua, estos provienen de los alimentos.
“En la década de 1960, una hectárea de tierra alimentó a dos personas y se estima que para 2025, esa misma hectárea necesitará alimentar a 5 personas, como resultado de un aumento de la población y la disminución de tierras destinadas a agricultura”, ejemplificaron desde Fertilizar.
En ese sentido, resaltaron que los fertilizantes “son la herramienta tecnológica que nos permite abastecer de nutrientes a los cultivos y representan una de las principales invenciones de los últimos tiempos, que ha evitado miles de millones de hambrunas y seguirá alimentando al mundo en las próximas décadas”.
La fertilización, una práctica indispensable para garantizar la seguridad alimentaria
Al respecto, resaltaron que el 50% de todos los alimentos que se cultivan hoy a nivel global, tanto para las personas como para los animales, es posible gracias al uso de esta tecnología.
“Aplicar nutrientes en forma balanceada y precisa es un requerimiento para el desarrollo sustentable de la agricultura, que produce alimentos con el propósito de alcanzar la seguridad alimentaria (en cantidad y calidad)”, indicó la asociación.
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Asimismo, señalaron que la fertilidad natural del suelo y la nutrición del cultivo incrementa la productividad agrícola, asegurando una máxima captación de nutrientes por las plantas y, por lo tanto, reduciendo las pérdidas de nutrientes al ambiente.
Por eso, para una nutrición sostenible de los cultivos, se debe tener en cuenta la fuente y dosis correcta, momento y lugar adecuado. Previo a estas cuatro prácticas, además se debe realizar un análisis del suelo para entender y establecer su utilización.
Las Buenas Prácticas Agropecuarias (BPA) constituyen así la forma adecuada de producir y procesar productos agrícolas, de modo que los procesos de siembra, manejo, protección, cosecha y postcosecha de los cultivos cumplan con los requerimientos necesarios para una producción “sana, segura y amigable con el ambiente”.
“Los nutrientes no se fabrican ni se autogeneran en los alimentos. Los nutrientes se encuentran en la naturaleza concentrados en lugares específicos (yacimientos, aire, etc.). A través de los fertilizantes, los nutrientes llegan a los cultivos y de allí a los alimentos. Los cultivos tienen los nutrientes necesarios solo si el suelo en donde crecen se los provee”, resaltaron desde la asociación.
A su vez, el aporte de nutrientes permite sostener la calidad de los suelos, reponiendo nutrientes y aumentando la productividad. “Así también se mejoran los aportes de carbono que balancean los niveles de materia orgánica”, señalaron.
¿Podríamos producir alimentos sin utilizar fertilizantes?
Un trabajo de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) publicó una simulación de la progresión de la población mundial con y sin el aporte de la síntesis de Haber-Bosch, demostrando que, “sin el aporte de nitrógeno de síntesis química, la cantidad de gente en el mundo a la fecha sería la mitad de la actual”.
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Las industrias que producen fertilizantes convierten estos nutrientes presentes en la naturaleza en productos que puedan ser aprovechados por las plantas, poniéndolos a disposición de las mismas en el momento, forma y cantidad adecuada. Siempre respetando las regulaciones de los gobiernos para que puedan ser fabricados, transportados, almacenados y utilizados.
“Desde Fertilizar AC promovemos la investigación, difundiendo el correcto uso de fertilizantes y la conservación del recurso suelo, contribuyendo así al logro de una agricultura sostenible y a la producción de más y mejores alimentos de calidad para toda la población”, concluyó Roberto Rotondaro, presidente de la entidad.