La fábrica de cabezales para cosechadoras Desico SA anunció el cese de sus actividades y 60 trabajadores quedaron sin empleo. Sucedió en Ameghino, una localidad ubicada en el oeste bonaerense, y es un efecto de la prolongada guerra entre Rusia y Ucrania.
La compañía producía cabezales en colaboración con la planta de Claas, una mulitinacional de orígen alemán que también tiene una planta en Ameghino y en otro lugares de la Argentina. Más allá de las complicaciones de la macroeconomía argentina, la continuidad del conflicto bélico en Europa ha impactado negativamente la demanda de los cabezales que fabricaban, y es el factor determinante para que se tomara la decisión de concluir sus operaciones.
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La firma, reconocida por ser uno de los ensambladores certificados por Claas para cabezales girasoleros destinados a Ucrania y Rusia, se vio atrapada en la parálisis de las operaciones comerciales con ambas naciones durante los últimos 18 meses. La acumulación de stocks insostenibles y la falta de perspectivas en este escenario forzaron a Desico a tomar una medida drástica. Con todo, desde Claas aseguraron que el hecho no modifica la actividad que la empresa mantiene en nuestro país con 170 empleados.
Las consecuencias de esta decisión impactaron sobre el empleo de 60 trabajadores, quienes se quedaron sin sus fuentes de ingreso, en una localidad de 10.000 habitantes. En ese contexto, la compañía aseguró que cumplirá con los trabajadores con el pago indemnizaciones completas, respetando su antigüedad y garantizando que reciban lo que les corresponde.
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La triste noticia dejó a la comunidad consternada. El intendente de Ameghino, Nahuel Mittelbach, expresó su sorpresa ante esta situación inesperada. Señaló que la mayoría de los empleados despedidos eran oriundos de la ciudad. En respuesta, el municipio realizó gestiones que incluyen la inclusión en el fondo de desempleo y la búsqueda de nuevas oportunidades laborales en otras empresas privadas locales.
En ese contexto, las distintas áreas del municipio se movilizaron para brindar apoyo a los trabajadores afectados. Se activaron recursos y beneficios fiscales para incentivar la contratación de estos trabajadores por parte de otras empresas industriales y comercios de la zona.
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El cierre de Desico SA en Ameghino resalta la interconexión de los eventos globales con las realidades locales. La industria, atrapada en un choque de geopolítica, enfrenta desafíos imprevistos, y la comunidad de Ameghino se une en la búsqueda de soluciones para mitigar el impacto en la vida de los trabajadores afectados.
