En un yerbal próximo a la localidad de Andresito, en el extremo nordeste de Misiones, se generó un incidente que desató momentos de tensión entre los trabajadores y agentes de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), el Ministerio de Trabajo y del Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (RENATRE). Lo que debía ser un control rutinario en plena cosecha de yerba mate se convirtió en un enfrentamiento.
El incidente se desencadenó cuando un camionero que salía con una carga estuvo a punto de chocar una camioneta oficial que se encontraba en el lugar.
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La situación rápidamente se volvió más violenta cuando dos gendarmes intentaron hacer bajar al camionero a la fuerza, y este descendió armado con un machete en un acto desafiante.
La secuencia del grave incidente
La tensión llegó a su punto máximo cuando los gendarmes, encargados de custodiar a los funcionarios nacionales, desenfundaron sus pistolas al ver al camionero blandiendo el arma. Mientras los agentes amenazaban con sus armas, el camionero advertía que no detendría su marcha hacia el secadero, donde debía entregar la carga de yerba mate recién cosechada.
El conductor de la camioneta en la que llegaron los agentes de la AFIP al campo tuvo una reacción rápida. Al ver que el camionero no detenía la marcha, retrocedió y aceleró al máximo para evitar un impacto frontal que hubiera empeorado aún más la situación.
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La problemática que subyace en este incidente tiene que ver con la retención de seis pesos por kilo de hoja verde que los productores yerbateros entregan en los secaderos. Esta tarifa sustitutiva corresponde a los aportes que los chacareros deberían abonar en concepto de cargas sociales de sus cosecheros. Sin embargo, muchos jornaleros se resisten a ser registrados por temor a perder los planes sociales que perciben.
Esta situación deja a los productores en una encrucijada difícil de resolver. Si insisten en el blanqueo de sus cosecheros, estos optan por no trabajar, lo que deja a los yerbateros sin mano de obra para la zafra. La falta de regulación laboral y la resistencia a los controles por parte de los trabajadores agravan la situación y generan conflictos como el ocurrido en el yerbal de Andresito.
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El incidente no pasó desapercibido y provocó la manifestación de más de un centenar de productores yerbateros y cosecheros frente a la casa del intendente de Andresito y de la sede de la Sección de Gendarmería Nacional. Bajo el liderazgo de Darío Bruera, dirigente rural, los manifestantes exigieron respeto y denunciaron los atropellos por parte del Estado.
Según Bruera, “los productores agropecuarios hacemos una actividad lícita, generamos fuentes de trabajo y nos vienen a intimidar. Estoy en contra de las inspecciones a los yerbales, porque el ámbito rural no es el administrativo. Somos el pilar fundamental de la economía provincial, ya sea en la producción yerbatera, forestal, ganadera, tealera o tabacalera”.
Ante el jefe del destacamento de la Gendarmería Nacional, los manifestantes expresaron su indignación por la violencia desatada en el yerbal. Señalaron que los agentes apuntaron con sus armas a un trabajador y gatillaron dentro de una propiedad privada. Con enojo y determinación, exigieron que no se permita ningún atropello a los productores agropecuarios en sus propias tierras.