En una oscura noche de miércoles, la tranquilidad de la zona rural del sur de Santa Fe se vio sacudida por un audaz acto delictivo. Un grupo de delincuentes se llevó 27 toneladas de soja de un silobolsa, que fue violentamente saqueado en la ruta 13, kilómetro 9, entre las localidades de Las Rosas y Los Cardos. El productor agrícola afectado, Gustavo Dignani, relató con indignación los detalles de lo ocurrido.
“No hay duda de que fue un robo premeditado”, afirmó en diálogo con TN. “Esto no fue obra de vándalos, se llevaron la soja y utilizaron un camión. Hay una logística planificada detrás de todo esto”, agregó.
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Se estima que las pérdidas económicas alcanzan aproximadamente los $3 millones, de acuerdo con las evaluaciones realizadas.
Aunque las autoridades están investigando activamente, hasta el momento no se ha identificado a ningún sospechoso en particular. Sin embargo, las palabras de Dignani hacen eco en la comunidad agrícola, que se siente vulnerable ante esta ola de robos.
La investigación sobre “puertos secos”
El productor relató cómo encontró evidencias del delito en su campo: “Vi la huella de un camión en el terreno, se veían las
marcas del chasis y del acoplado. Hicieron dos agujeros y se llevaron el cargamento”.
Estos robos de alto impacto no son un caso aislado. Dignani señaló que hay “un grupo de peligrosos delincuentes que operan en la zona, aprovechándose de la falta de seguridad en las rutas”.
“La región está plagada de puertos secos, lugares donde llevan el cereal robado”, advirtió con preocupación. Hace unos meses, también fue víctima de un robo en el que se llevaron todas sus herramientas del campo.
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La impotencia de los productores agropecuarios se acentúa al ver cómo las medidas de seguridad tomadas, como cadenas y candados, son fácilmente vulneradas por los delincuentes. Dignani hizo un llamado a las autoridades para que se tomen medidas integrales y se erradiquen los “puertos secos de cereal y de combustible, considerados puntos de encuentro para los criminales.
“La protección de los productores y la preservación deben convertirse en prioridades. Uno trabaja incansablemente, pero no se le brinda una solución efectiva”, lamentó Dignani.
“Este nuevo robo de soja, no solo representa un golpe económico, sino que también pone de manifiesto la necesidad urgente de mejorar la seguridad rural y tomar medidas contundentes para combatir el crimen en el campo”, concluyó.
