Al terminar la secundaria en Alberti, un pueblo de la provincia de Buenos Aires, Sol Carrettoni se fue “obligada” a La Plata para estudiar agronomía. Después de vivir en la tranquilidad del campo instalarse en la ciudad le daba miedo, pero su familia quería que ella consiguiera un título universitario.
A pesar de extrañar el aire puro, a los animales y a la gente conocida, se recibió de ingeniera agrónoma en la UNLP. Tras lograr el objetivo, la joven de 24 años no lo dudó: volvió a su hogar, apostó por el trabajo en al agro y su presente es prometedor.
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Del campo a la oficina: el desafío de la agroinfluencer de Alberti
“Siempre viví en el campo pero nunca me inculcaron que me dedique al agro. Yo tocaba la guitarra, andaba en skate pero un día me cayó la ficha”, relató en diálogo con TN.
La ingeniera considera que trabajar en el sector “es adrenalínico” porque siempre hay algo distinto para hacer. “Es hermoso poder producir, es un desafío constante. Depender tanto del clima te hace analizar todo el tiempo los números y las decisiones”, detalló Carrettoni, elegida para ocupar la gerencia de una empresa de acopio de cereal.
De su nuevo puesto laboral a la joven le preocupa el cambio de contexto, al igual que cuando se fue a vivir a La Plata. “Alguien de campo no puede estar encerrado, y voy a tener que pasar muchas horas en la oficina”, le dijo a TN.
“Pienso que el productor es la figura principal de la economía del país porque el campo está en todos lados. El productor tiene la sabiduría de poner una semilla y generar riqueza para toda la sociedad. Eso es invaluable”, reflexionó la joven.
“Nunca me sentí influencer”
Durante la pandemia Carrettoni empezó a compartir en las redes el día a día en el campo, sin imaginar que se convertiría en agroinfluencer. “Mi contenido se viralizó porque mucha gente no veía como algo normal que manejara un tractor. Siento que aún hay una imagen retrógrada sobre ¨la gente de campo¨, y mucho desconocimiento sobre lo que hacemos”, reflexionó.
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A pesar de que en Tiktok tiene más de 35.400 seguidores y en Instagram superó los 54.500, Sol afirmó: “Nunca me sentí influencer, pero sí es cierto que gracias a las redes y a los demás agroinfluencers, de a poco está cambiando esa visión”.
Aunque contó que en su familia no todos dimensionan el alcance que tiene en las redes sociales, la joven destacó el apoyo que recibe para seguir creciendo en un ambiente donde las mujeres ganan espacios. “Yo me siento cómoda porque tengo a mi viejo y a mis hermanos trabajando conmigo, pero hay gente que me dijo que no daba que yo me dedique al campo toda mi vida”, concluyó.