El “dólar soja” une al campo y al Gobierno por espanto. “No es amor”, diría Jorge Luis Borges, sino la necesidad de transformar el valor de los granos en dinero para las cuentas fiscales. Ese es el objetivo del programa de incentivo, con un tipo de cambio a $230, que rige desde hoy para las exportaciones de la oleaginosa.
El kirchnerismo siempre fue reacio a favorecer a la producción agropecuaria, pero el ministro de Economía, Sergio Massa, cuenta con el apoyo implícito de toda la coalición gobernante. Aceptan que a quienes exporten soja le ofrezca un tipo de cambio mejor, 40% superior a los $165 del tipo de cambio oficial, porque le reconocen el rol de bombero.
Leé también: Medio siglo de soja en la Argentina contado por un productor que la siembra desde 1972
El oficialismo busca llegar lo más sólido posible a las elecciones del año que viene y en ese camino debe cumplir metas; una de ellas es contar con US$5600 millones de reservas netas, según lo comprometido ante el FMI.
Con el “dólar soja” implementado en septiembre, el Banco Central compró US$5000 millones, de los US$8.100 millones liquidados ese mes (récord histórico) pero entre octubre y noviembre la autoridad monetaria vendió US$1.850 millones y hoy las reservas están en US$4000 millones.
En ese contexto es que la producción agropecuaria se encamina a ser, una vez más, un salvavidas para disipar, al menos temporalmente, el naufragio económico de la Argentina.
¿Billetera mata ideas?
Desde el campo critican la medida “por ser un parche que genera distorsiones en la cadena comercial”, pero reconocen que es una mejora del precio. La intervención del precio internacional, vía retenciones y brecha cambiaria, hace que un agricultor argentino cobre menos de la mitad en dólares que un colega uruguayo. Con esta medida, esa brecha se acorta.
Así, aunque la mesa de enlace no fue al acto de anuncio de Massa, el viernes, en señal de disconformidad, sus máximos dirigentes asumen como probable que habrá productores que contribuirán a llegar al objetivo de liquidar US$3.000 millones antes de fin de año. Es el volumen que estimaron los exportadores de cereales y oleaginosas en las negociaciones con el Gobierno.
Leé también: El campo cuestiona el nuevo “dólar soja” y pide un plan integral: “Es un parche que beneficia a unos pocos”
“Es una medida puntual que mejora el valor del que aún tiene soja, pero estamos en desacuerdo porque se instrumenta con un objetivo primordialmente fiscalista, porque el Gobierno no tiene otra forma de juntar dólares. Por esa necesidad, descalabra toda la cadena productiva por la distorsión de precios relativos entre los agricultores y los que compran soja como insumo para la nutrición animal”, explicaron, casi a coro, los presidentes de CRA, la Sociedad Rural, Federación Agraria y Coninagro.
Respecto de la adhesión al programa exportador, en el ruralismo creen que, fundamentalmente, venderán la soja que tienen de la última cosecha los productores que puedan invertir la mayor cantidad de pesos que les ofrezcan. “El bolsillo manda y billetera mata ideas”, reconocen.
Los valores de mercado definen el partido
En el juego de oferta y demanda, el mercado de granos define ya desde este lunes el nivel de adhesión al programa. El viernes el precio de pizarra de la Cámara Arbitral de Rosario estuvo en $72.000, pero se hicieron negocios particulares que superaron los $80.000, el valor con el que arrancaron este lunes los negocios por mercadería Disponible.
Hace 15 días, la soja cotizaba fronteras adentro de la Argentina a US$400, la semana pasada estaba en $380 pero se presagiaba que la semana que arranca abriría a un menor valor. Los $80.000 de las primeras operaciones establecen un valor de US$350.
No descartan que en el avance de las operaciones el precio pueda oscilar. De hecho este lunes finalmente cerró a $85.000
Leé también: En el debut del “dólar soja”, el precio de la tonelada en Rosario cerró en $85.000.
El precio se moverá hacia abajo ante una eventual mayor oferta. Y, hacia arriba incidirá el diferencial de 2% que se volverá a reconocer en las retenciones de productos de la soja con valor agregado (harina, aceites, etc.).
A un valor US$370 por tonelada, multiplicado por el tipo de cambio a $230, en vez de los $165 del viernes (oficial), el precio a los productores oscilaría en torno a $85.000.