Aunque frenar un vehículo parezca una simple acción, se trata de una de las maniobras más importantes que recupercuten en la vida útil de los autos. Es que cuando no se emplean las técnicas adecuadas, se pueden afrontar problemas mecánicos e incluso incrementar los riesgos de accidentes. En específico, existen seis malas prácticas comunes al frenar, cada una con implicaciones negativas tanto para la seguridad como para el cuidado del coche.
El abuso del freno motor
Una de las prácticas identificadas es el uso excesivo del freno motor como reemplazo del pedal de freno. Esto consiste en desacelerar el vehículo utilizando la palanca de cambio, es decir bajar la marcha, en lugar del sistema de frenado principal. Esto puede reducir la eficacia de los frenos convencionales al no mantenerlos en óptimas condiciones de uso, además de desgastar el sistema de transmisión más rápido de lo esperado.
Rozar constantemente el freno
Otra costumbre perjudicial es el uso excesivo e innecesario del pedal de freno, conocido como “rozar el freno”. Este comportamiento se observa especialmente en conductores que mantienen una presión ligera constante sobre el pedal, incluso cuando no es necesario frenar. Aunque puede parecer inofensivo, esto desgasta las pastillas de freno rápidamente. Asimismo, puede generar confusión en otros conductores, dado que se encienden constantemente las luces de freno constantemente.
Frenar bruscamente de manera repetitiva
La costumbre de apretar el pedal de freno de forma brusca y constante es otra mala práctica. Este método, típico de conductores jóvenes o inexpertos, implica frenar de manera abrupta en lugar de hacerlo de forma progresiva. Esto no solo aumenta el desgaste del sistema de frenado, sino que también pone en riesgo la estabilidad del vehículo, especialmente en condiciones de lluvia o superficies resbaladizas.
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Frenar suavemente y luego de manera brusca
El hábito de comenzar a frenar suavemente para luego detenerse de manera abrupta al acercarse a otro vehículo es otra de las malas decisiones comunes. Aunque podría parecer un método para ahorrar frenos, en realidad aumenta el riesgo de colisiones y desgasta de manera desigual las pastillas y los discos de freno.
Comenzar con una frenada violenta y luego suavizarla
A diferencia de la práctica anterior, algunos conductores comienzan frenando de manera violenta y luego reducen la presión sobre el pedal. Este método, aunque menos común, genera un impacto negativo en la suspensión del vehículo y en los neumáticos, que soportan una carga adicional durante el frenado inicial. Además, puede aumentar el riesgo de que el vehículo pierda adherencia en condiciones de baja fricción, como en superficies mojadas o heladas.
¿Cuál es la manera de frenar correctamente?
Existe un método correcto para frenar en condiciones normales: consiste en presionar el pedal de freno de manera progresiva, aumentando la presión de forma gradual hasta que el vehículo se detenga por completo.Esto no solo prolonga la vida útil del sistema de frenado, sino que también mejora la seguridad al evitar movimientos bruscos y mantener la estabilidad del vehículo.
La frenada de emergencia: autos con y sin ABS
En situaciones de emergencia, donde la necesidad de detener el vehículo de manera inmediata es crucial, los errores al frenar pueden ser aún más peligrosos. En la década de 1990, Mercedes-Benz desarrolló el sistema BAS (Brake Assist System) tras descubrir que muchos conductores no aplicaban suficiente fuerza al frenar en emergencias, lo que aumentaba la gravedad de los accidentes. Este sistema detecta una frenada brusca y aplica automáticamente la presión necesaria para detener el vehículo de manera eficiente.
Otra tecnología de frenado que no falta en los modelos de los últimos años es el ABS (sistema antibloqueo de frenos), que evita que las ruedas se bloqueen al frenar de emergencia. En autos equipados con este sistema, el conductor debe presionar el pedal de freno a fondo mientras mantiene control sobre el volante.
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En autos sin ABS, la técnica difiere ligeramente. En estos casos, el conductor debe frenar hasta el límite del obstáculo, soltar brevemente el freno para esquivar, y luego volver a aplicarlo. Este método asegura que las ruedas no se bloqueen, permitiendo mantener el control del vehículo durante la maniobra.