Estacionar es una de las maniobras más difíciles para los conductores en general. Y no sólo para aquellos que están aprendiendo a manejar: algunas personas con años al volante fallan a diario al momento de dejar su auto estacionado en una posición correcta.
En las últimas horas se viralizó en las redes sociales un video que enseña de un modo muy didáctico cuáles son los puntos que hay que observar para estacionar entre dos autos sin problemas.
Cómo estacionar en paralelo en una sola maniobra
Es posible que quienes asistieron alguna vez a una escuela de manejo hayan recibido la misma indicación, pero nunca está de más recordarlo
- Colocar nuestro vehículo a la par del que ya está estacionado.
- Asegurarse de que nuestro pilar C esté a la altura de la “cola” del vehículo estacionado.
- Girar todo el volante hacia la derecha.
- Comenzar suavemente la marcha atrás.
- Una vez que el espejo delantero derecho de nuestro auto está a la altura de la “cola” del vehículo estacionado, girar todo el volante hacia la izquierda.
- Continuar con la marcha atrás hasta que el vehículo quede en paralelo al cordón.
Visto así parece fácil, aunque en el tránsito real muchos conductores se ponen nerviosos y se traban, ya que a veces no hay demasiado tiempo. En ese momento es clave mantener la calma y concentrarse únicamente en la maniobra, sin importar las bocinas ni la impaciencia del resto de los conductores.
Al estacionar, ¿se deja con el freno de mano o con el cambio puesto?
Se aconseja a los conductores que, antes de bajar de su vehículo estacionado, coloquen el freno de mano y no dejen el cambio puesto, ya sea primera, segunda o reversa.
La función del freno de mano es, justamente, inmovilizar el auto cuando está estacionado, a fin de evitar desplazamientos involuntarios y potenciales siniestros. De hecho, al freno de mano también se lo conoce como freno de estacionamiento. Así que recuerden: para estacionar, siempre freno de mano, ya sea en pendiente o en plano.
El freno de mano se activa a través de una palanca o botón situados al alcance del conductor. Una vez accionado, actúa sobre las ruedas traseras mediante un mecanismo interno de varillas y cables. Al ejercer presión sobre los frenos, las deja totalmente inmovilizadas.
En los autos automáticos, el freno de mano también debe ser accionado. Si el vehículo queda estacionado con la transmisión en “P” en una pendiente, no se va a mover, pero estaría siendo sometido a un estrés innecesario porque, en ese modo, todo el peso del vehículo recaería sobre el freno y la caja.
Sobre la conveniencia de dejar el auto estacionado con un cambio puesto (en primera, en pendientes ascendentes; en reserva, en descendentes) hay un largo debate. Algunos especialistas aseguran que, al hacerlo, se produce un desgaste prematuro e innecesario del embrague. Otros, en cambio, aconsejan hacerlo de manera complementaria al freno de mano.
Cuando dejamos el auto con un cambio puesto al apagar el motor, es como si estuviéramos utilizando un taco para trabar las ruedas. Entonces, si por algún motivo el freno de mano falla (no son eternos, por supuesto, y deben ser revisados periódicamente para evitar inconvenientes) la marcha colocada evitaría que el auto se mueva de modo involuntario cuando está estacionado.
Si por este u otro motivo un conductor decide dejar el auto en cambio una vez que apaga el motor, al encenderlo debe recordar que colocó una marcha para evitar un movimiento brusco del vehículo que pudiera provocar un accidente. Es más típico de lo que parece.