Como el idealismo y el realismo, en el campo de las estaciones de servicio encontramos dos corrientes de pensamiento: los conductores que se bajan del auto cuando cargan nafta o diésel y los que se quedan puertas adentro.
No existe una norma que indique concretamente qué es lo que hay que hacer. Excepto cuando se carga gas natural comprimido (GNC). Ahí sí todos los pasajeros están obligados a descender por una cuestión de seguridad. Pero en los autos nafteros y diésel cada uno puede actuar como le parezca.
Por un lado, hay quienes creen que bajarse del auto al cargar combustible es un signo de respeto y cordialidad hacia el playero. Por el otro, los que argumentan que el trabajo del mismo es justamente ese: acercarse al vehículo a retirar las llaves y, una vez concluido el repostaje, buscar el dinero en efectivo o la tarjeta de crédito a la ventanilla del conductor.
Qué piensan los playeros
Más allá del debate entre los condcutores, ¿qué piensan los propios playeros? ¿prefieren a los que se bajan o a los que no? Esas fueron las preguntas que TN Autos trasladó a tres empleados de una misma estación de servicio.
- “No sé si prefiero a unos más que a otros. Los que se bajan del auto suelen ser más amables y te dan charla, pero algunos te traban el paso y estorban”, comentó uno de ellos.
- “El trato con el cliente que se queda en el auto generalmente es más frío. Son personas que llegan, frenan, te dan las llaves, les cargás y listo. No les interesa hablar de nada”, sostuvo otro.
- El tercero, basado en estadísticas propias (no aseguramos un grado de rigor científico), confesó que “el 95 por ciento de las mujeres se queda en el auto”, mientras que “la mayoría” de los conductores masculinos prefiere bajar.
A la hora de responder cómo actúan ellos cuando acuden como clientes a una estación de servicio, dos respondieron que se bajan del auto (“pero sin molestar al playero, eh”, aclararon) y uno confesó que prefiere quedarse “cómodo adentro”.
Nuevo aumento de la nafta y el gasoil: cuánto cuesta el litro de súper y premium en CABA
Los precios de la nafta y el gasoil aumentaron entre un 2% y 3% promedio este domingo 1° de septiembre. Así ocurrió como consecuencia de la suba parcial que aplicó el Gobierno a los impuestos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), que se traslada de manera directa a los valores finales.
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Con la nueva actualización en los impuestos al combustible fijada por el Ejecutivo, el litro de nafta subió en torno al 3% promedio en la Ciudad de Buenos Aires y los precios quedaron de la siguiente manera:
- Nafta súper: de $992 a $1059.
- Nafta premium: pasa de $1226 a $1309.
En el caso del gasoil, los valores son los siguientes:
- Gasoil: $1084.
- Gasoil premium: $1334.
