En un control de tránsito, es fundamental que los conductores mantengan la calma y sepan cómo responder a las preguntas de los agentes para evitar consecuencias legales no deseadas. Una de las consultas más comunes que los oficiales hacen es: “¿Sabe usted por qué fue detenido?” A primera vista, este cuestionamiento puede parecer inofensivo, pero la manera en la que se responde puede tener un impacto significativo en el resultado del control.
Los expertos legales recomiendan que, ante esta pregunta, la respuesta más adecuada sea un simple: “No tengo ni idea” o “¿por qué?”. Al responder de esta manera, el conductor evita reconocer que cometió una infracción.
Admitir una falta ante un agente de tránsito puede llevar a una sanción inmediata, ya que el reconocimiento de la infracción podría ser utilizado como una admisión de culpa.
Leé también: En estos casos el que viene a tu derecha no tiene la prioridad de paso
Cuáles son las multas leves y graves
Multas graves:
- No tener la documentación requerida.
- Circular sin chapas patentes reglamentarias.
- Fugarse o negarse a suministrar documentación.
- Avanzar con la luz del semáforo en rojo.
Multas leves:
- Estacionar en doble fila.
- Usar la bocina sin justificación.
- Circular en bicicleta sin casco.
- Exceder la velocidad permitida en un 10%.
Cuándo prescribe una multa de tránsito en la Argentina
Las multas de tránsito tienen un plazo de prescripción, según lo establece la Ley Nacional de Tránsito 24.449, artículo 89. Para las faltas leves, la prescripción es de un año, mientras que para las faltas graves es de dos años.
Esto significa que, una vez transcurrido ese tiempo sin que se haya reclamado el pago, la deuda se extingue. Sin embargo, puede suceder que las multas prescriptas sigan apareciendo como pendientes.
Cada jurisdicción local tiene la potestad de establecer sus propios plazos de prescripción, siempre y cuando no alteren la garantía de ser juzgado en un plazo razonable. En la Ciudad de Buenos Aires, antes de febrero de 2017, las multas prescribían a los dos años. Desde esa fecha, el plazo se extendió a cinco años para coincidir con el tiempo máximo de vigencia de las licencias de conducir. En la Provincia de Buenos Aires, las sanciones siguen los plazos estipulados por la Ley Nacional.
Leé también: Boom de autos usados: cuáles son los modelos más solicitados hoy
Cómo solicitar la baja de multas prescriptas
Ciudad de Buenos Aires (CABA):
- Presencial: Dirección General de Administración de Infracciones (DGAI).
- Virtual: A través del Chatbot en línea de la DGAI.
En Provincia de Buenos Aires (PBA):
- Acudir a la Dirección Provincial de Política y Seguridad Vial ubicada en calle 6 N° 928, ciudad de La Plata o comunicarse por teléfono al (0221) 427-0034, internos: 2304/2307
- Consultar en el Juzgado competente a través de la página web.
¿Cuál es la documentación obligatoria para circular y tener en un control de tránsito?
La Agencia Nacional de Seguridad Vial informa que los requisitos legales son los siguientes:
- Licencia de conducir con fecha vigente.
- Documento Nacional de Identidad (DNI).
- Cédula Verde o Azul (si no sos el titular del vehículo).
- Verificación Técnica Vehicular (VTV) o Revisión Técnica Obligatoria (RTO) vigente.
- Comprobante de la póliza de seguro.
- Comprobante de pago de la patente.
- Comprobante y oblea vigente para el caso de vehículos que posean GNC.
- Ambas chapas patente colocadas visibles, sin alteraciones y en buen estado.
- Para los vehículos radicados en CABA y Provincia de Buenos Aires, se controlará el cumplimiento de la obligación de grabado de autopartes, dispuesto por las leyes locales.
Ocho puntos a revisar antes de salir a la ruta
- Fluidos. Medí el aceite (revisá que no tengas que cambiarlo), el líquido refrigerante, el líquido de freno y el agua para el limpiaparabrisas.
- Frenos. Las altas temperaturas también afectan al buen desempeño de los frenos, dado que provoca un mayor desgaste en las pastillas. En este sentido, el mecánico será la persona que deberá determinar si es necesario cambiarlas. Una revisión en el taller antes de hacer cualquier viaje permitirá comprobar que estos y otros muchos elementos estén aptos.
- Neumáticos. Es clave revisar su estado y presión de manera regular, pero en verano cuando habitualmente se suelen hacer viajes largos a alta velocidad y acompañados de un calor extremo, es cuando hay que prestar especial atención a este punto.
- Sistema de refrigeración. Cuando la temperatura exterior supera los 40 grados, el nivel de evaporación del refrigerante es mayor. Por eso hay que estar atentos y controlar más seguido los niveles de todos los fluidos del vehículo para que no se recaliente ninguno de sus componentes. A su vez, es importante controlar que el radiador esté limpio ya que es el encargado de evitar que se caliente la rejilla exterior situada en la parte delantera del vehículo, que puede estar obstruido por hojas o plásticos. Cuanto más limpio, mejor realizará su función.
- Luces. Tanto su funcionamiento como la alineación. Esta última te va a permitir iluminar como corresponde la ruta pero además no encandilar a los que vienen de frente. Todo eso hace a la seguridad
- Batería. La batería es un producto activo que sufre desgaste con el tiempo, se use o no, y por lo tanto llega un momento en el que pierde todas sus prestaciones y deja de funcionar. Por eso, antes de las vacaciones, es más importante aún controlar la carga del alternador y el estado de la batería.
- Aire acondicionado. El calor en el auto es un enemigo de la seguridad, ya que con una temperatura exterior de 35 grados en adelante, nuestro tiempo de reacción aumenta en un 20 por ciento. Al radiador del aire acondicionado le aplica el mismo criterio de limpieza comentado anteriormente, hay que mantenerlo libre de hojas y otras obstrucciones.
- Suspensión. Estado general del tren delantero y los amortiguadores. No es un tema de confort sino de seguridad. Si el amortiguador está viejo el neumático “rebota” más, y en ese momento no se tiene el control del auto.