El 22 de abril fue designado por la ONU como el Día Internacional de la Tierra, un día para que sus habitantes asumamos la responsabilidad colectiva de vivir en un ambiente más saludable.
En lo que refiere a la movilidad, hay una tendencia en la región basada en el desarrollo de una mayor y mejor infraestructura para poder avanzar en la creación de un parque automotor eléctrico o hibrido, el cual permita utilizar energías renovables, proteger el medio ambiente y controlar las emisiones de gases. Poco a poco, se está avanzando en políticas públicas basadas en Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El crecimiento de la micromovilidad ha sido exponencial en los últimos años. En 2019 llegó al país una gran cantidad de monopatines eléctricos como consecuencia de una tendencia europea. Si bien comenzó como un nuevo beneficio ofrecido por la Ciudad de Buenos Aires, hoy cada persona puede comprarlo y hacer, de este vehículo, su transporte personal. De esta manera, el monopatín eléctrico, junto con la bicicleta, se convirtieron en la alternativa sustentable más respetuosa del medioambiente ya que no emiten dióxido de carbono.
Las alternativas de movilidad sustentable
Además de la micromovilidad, en nuestro país se están realizando acciones en cuanto a lo que movilidad sustentable se refiere. En Mendoza, por ejemplo, existen colectivos eléctricos que son 100% ecológicos.
Entre los principales beneficios de los vehículos eléctricos, se destaca que no producen emisiones tóxicas y reducen la dependencia de recursos naturales no renovables, como el petróleo. Su uso reduce las emisiones CO2, lo que mejora la calidad del aire y, por ende, disminuyen las enfermedades respiratorias, visuales y cardiovasculares, ayudando a conseguir los objetivos planteados regionalmente en cuanto a la reducción de la huella de carbono. Además, se reduce la contaminación auditiva, ya que los autos eléctricos prácticamente no emiten ningún sonido.
¿Cuáles son las limitantes para que este cambio sea mundial?
Una de las principales limitantes es que se necesita un cambio cultural, que vaya de la mano con esta nueva tecnología. A las personas nos cuesta cambiar algo que hemos hecho de la misma forma por más de un siglo.
Otro limitante es el desarrollo de una red de carga y que produzca energía eléctrica de modo renovable, ya que, si esto no ocurre, la contaminación que se ahorra de los escapes de los autos se producirá en las usinas de generación eléctrica.
Por último, otro punto importante es la falta de definición en lo que refiere a las baterías: su autonomía, nivel de carga, puntos de carga y la forma de desecho. Cuando ya no tiene vida útil, la batería pasa a ser un elemento muy contaminante y tóxico, que, si es depositado junto con el resto de los residuos sin tener un tratamiento especial, puede causar grandes daños al medio ambiente y a los seres vivos. En la práctica, la movilidad sostenible está circunscripta a los casos urbanos y los autos eléctricos aún tienen muy poca autonomía.
¿Cuáles son los objetivos 2030 en movilidad sustentable?
La industria del automóvil está viviendo un importantísimo proceso de transición en todo el mundo. El progresivo avance del auto eléctrico a escala mundial empezará dejar su huella en el consumo global de naftas y diésel antes de que termine esta década.
En América Latina, en los últimos años, se ha comenzado a realizar distintas acciones referidas al tema, como el montaje de fábricas y ensambladoras de vehículos eléctricos, instalación de puestos de carga y aranceles de importación e impuestos diferenciados.
Por otro lado, dentro de las ventajas que se le presentan al usuario, está el hecho de que en algunas ciudades el estacionamiento arancelado en la vía pública, para aquel que tenga un vehículo eléctrico, es gratuito.
Lo que se viene:
- El car sharing es una de las alternativas. Este sistema permite minimizar el uso del auto particular y está creciendo a nivel global. En la Argentina, por ejemplo, tenemos los dispositivos, pero aún están en etapa de prueba.
- La educación para los conductores es otra. Desde las distintas aplicaciones de Big Data se pueden obtener datos del uso del vehículo, y hacer recomendaciones a los usuarios para contribuir con la movilidad sostenible. A modo de ejemplo, un conductor que tiene buenos hábitos de manejo puede ahorrar hasta un 30/35% de combustible mensualmente.
- Sin dudas, una fuerte red de transporte público sustentable, y el uso de vehículos particulares con esta misma característica, ayudarán a mejorar la calidad de vida de las personas.
(*) Mauricio Fernández, especialista en Desarrollo gerencial. Gerente de Marketing de Ituran Argentina