Una famosa Ferrari será subastada el próximo miércoles 7 de diciembre en Viena, Austria. Es nada menos que la 365 GT4 2+2 que el mismísimo Enzo Ferrari le regaló a Niki Lauda (1949-2019), y que llevaba años desaparecida, sin que nadie sepa su paradero. Por el momento, la última puja alcanza los 64.000 euros.
La subasta está organizada por Dorotheum Auction, una firma austríaco, como el expiloto. De hecho, cuentan que Niki la usaba para viajar desde Italia hasta su país natal. Atravesaba los Alpes y solía tener problemas para cruzar la frontera por la patente, que tiene la leyenda EE (Escursionisti Esteri, en español Excursionistas Extranjeros).
La historia de la Ferarri de Niki Lauda
Lauda la recibió cuando fichó para representar a Ferrari en la Fórmula 1, algo así como un regalo de bienvenida. Y la vendió al año siguiente, en 1975, justamente luego ser consagrarse en el Campeonato Mundial de Pilotos con la escudería de Maranello.
Para venderla el piloto se puso en contacto con un amigo de Innsbruck que trabajaba como responsable de la marca en Austria.
Este amigo no quiso quedarse con el auto, precisamente por las dificultades relacionadas con la matrícula. Sin embargo, tenía un hermano que trabajaba como asesor fiscal, al que parecía no preocuparle llevar a cabo todo el papeleo necesario para introducir el deportivo italiano en Austria.
Luego el auto tuvo dos propietarios distintos, ambos oriundos de Austria. El primero fue Karl Oppitzhauser, un piloto que no llegó a conseguir grandes cosas. El segundo fue el hijo de Wolfgang Denzel, en aquel entonces importador de Ferrari en Austria.
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Denzel tuvo la idea de cambiar el color del auto: pasó del Grigio Argento combinado con el interior en cuero azul al rojo actual, con la tapicería en cuero negro. Lo curioso es que también pintó de negro los cromados de los marcos de las ventanillas.
Años después, al auto se le perdió la pista y nunca más se supo de él. Hasta que reapareció años después, en un estado bastante aceptable y con 87.951 kilómetros.
Un dato curioso es que su actual propietario, cuya identidad no ha trascendido, no supo al comprarla que tenía una Ferrari que había pertenecido al mismísimo Niki Lauda. Se enteró al investigar el historial del auto, cuando descubrió que el chasis 17.517 era el coche del piloto austriaco.
La Ferrari 365 GT4 2+2 se presentó en el Salón de Paris en 1972. Es un diseño de Leonardo Fioravanti, que trabajó bajo las órdenes de Pininfarina. Con una configuración 2+2, no era un deportivo de los más radicales, sino un gran turismo. Eso sí, lleva un espectacular motor V12 de 4.4 litros que producía 340 CV.
