DeLorean Motor Company, la compañía que produjo el histórico DMC-12, presentó las primeras imágenes oficiales de cuerpo entero de su nuevo vehículo totalmente eléctrico. Su nombre es Alpha5 y habrá únicamente 88 unidades, que se entregarán recién en 2024.
El DeLorean Alpha5 fue diseñado por Italdesign con los pinceles del reconocido Giorgetto Giugiaro, el mismo que dibujó al DMC-12 original, aunque lo fabricará DMC, la empresa que pertenece al inglés Stephen Wynne.
Con menos referencias al DMC-12 de lo que se imaginaba, este eléctrico se destaca por un coeficiente aerodinámico de 0,23 cx, las puertas con apertura tipo alas de gaviota, las llantas de aleación de gran tamaño y el conjunto óptico con tecnología Led.
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El Alpha5 mide 4,99 metros de largo, 2,04 de ancho y 1,37 de alto. Esto lo hace un poco más largo, ancho y corto que un Porsche Taycan, otra coupé 100 por ciento eléctrica.
Más adelante se darán a conocer todos los números, pero ya se sabe que la autonomía del vehículo rondará los 500 kilómetros, que la velocidad máxima estará limitada en 250 km/h y que la aceleración de 0 a 96 km/h (60 millas por hora) se concretará en apenas 2,99 segundos.
El habitáculo se destaca por su filosofía minimalista. Casi todas las funciones del vehículo están agrupadas en el instrumental digital y la pantalla táctil central. Viene con butacas de diseño deportivo y regulación eléctrica para las plazas delanteras.
La historia del DeLorean DMC-12
Comercialmente el DeLorean DMC-12 fue un fracaso, pero su papel en Volver al Futuro le aseguró otra vida a este modelo que fue pensado en EEUU, diseñado en Italia y fabricado entre 1981 y 1982 en Irlanda del Norte.
Lo que tal vez no sepas es que ese modelo, de tibia recepción entre el público mientras se fabricaba, es que fue el sueño John DeLorean, un ingeniero estadounidense que renunció a General Motors para construirlo.
Como quería darle una imagen futurista, este emprendedor convocó al célebre diseñador italiano Giorgetto Giugiaro (un referente), quien trazó las líneas maestras de un prototipo que en 1981 entró a producción en Irlanda del Norte.
¿Por qué allí? Porque DeLorean logró el financiamiento del gobierno británico, que accedió a instalar la fábrica en Dunmurry (cerca de Belfast), como un intento de “calmar” la violencia que arrasaba la zona.
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La versión de calle mantuvo el diseño moderno del concept casi tal cual. Lo más destacado, incluso hoy en día, son sus puertas tipo alas de gaviota, además de la carrocería en acero inoxidable, sin pintura. El chasis era en gran parte el del Lotus Esprit, y aunque su nombre oficial es DMC-12, todo el mundo lo conoce como DeLorean a secas, ya que fue el único modelo construido por la marca antes de quebrar.
El motor es trasero y se trata de un V6 2.8 (2 válvulas por cilindro) desarrollado en conjunto por Peugeot, Renault y Volvo. John DeLorean soñaba con 200 CV, pero las normas anticontaminación de EE. UU. obligaron a reducirla hasta 130 CV, lo cual fue una verdadera decepción entre el público. Las cajas eran manual de cinco marchas o automática de tres, ambas de origen Renault.
Quien levante el capó de un DeLorean se encontrará... con el baúl. Espacio para equipaje, además de la rueda de auxilio y el tanque para cargar combustible. Puertas adentro posee sólo dos asientos, y detrás de ellos espacio para llevar una bolsa de palos de golf.
El equipamiento era bastante avanzado para la época, con aire acondicionado, espejos y levantavidrios eléctricos. La radio, obvio, tenía casete.
A fines de 1982 DeLorean Motor Company quebró. Las cifras varían según la fuente, pero se fabricaron alrededor de 9.000 ejemplares del DMC-12, la mayoría para Estados Unidos, es decir, con volante a la izquierda. Tras el éxito de Volver al Futuro, el destino del auto tomó un giro inesperado, y hoy se estima que unos 6.500 están rodando en perfecto estado. Pero la de Marty McFly y el DeLorean ya es una historia aparte.