El Volkswagen Gol no incorporará control de estabilidad, un equipamiento de seguridad activa que será obligatorio para todos los autos 0 km que se comercialicen en la Argentina a partir del 1º de enero de 2022. De esta manera, se despedirá definitivamente de los concesionarios de vehículos nuevos.
Por la entrada en vigencia de la nueva normativa, Volkswagen solicitó al Ministerio de Desarrollo Productivo acogerse a la excepción del cumplimiento del control de estabilidad de serie para un lote de 1500 unidades del Gol, con la excusa de entregar las últimas unidades vendidas por planes de ahorro.
El fabricante alemán argumentó “el mayor volumen de comercialización del vehículo se desarrolla por el sistema de planes de ahorro, y dicha situación impactaría de manera directa a los clientes suscriptores y adjudicatarios del mencionado canal de ventas, por cuanto el modelo en cuestión representa el vehículo de ingreso a la gama Volkswagen, de modo que ante el eventual cese de comercialización deberán desembolsar una diferencia económica por el cambio de modelo”.
Así las cosas, Volkswagen podrá utilizar esos últimos mil quinientos ejemplares del Gol para cumplir con los compromisos de entrega asumidos por plan de ahorro. Y luego su vida como 0 km en la Argentina se dará por finalizada.
Con la retirada del Gol, los concesionarios de esta compañía pierden un caudal de ventas muy importante. A pesar de que su plataforma había quedado vieja, su motor tiene poca potencia y su equipamiento de seguridad era de los más pobres del mercado, seguía siendo uno de los modelos más elegidos por los argentinos.
De acuerdo a las cifras divulgadas por la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara), entre enero y noviembre de este año se patentaron 15.119 unidades del Gol. Fue el cuarto modelos más vendido de ese período, detrás de Fiat Cronos, Toyota Hilux y Volkswagen Amarok, tres modelos que -podría decirse- están en su esplendor.
Para 2023, Volkswagen planea lanzar en la Argentina un nuevo auto “base” que se llamará Polo Track. Será una versión “pelada” del Polo actual, que desde ahora es el modelo de entrada de gama de la marca alemana.
¿Qué es el control de estabilidad?
El control de estabilidad es el dispositivo de seguridad vial más importante que existe en el mercado en la actualidad. Su finalidad es evitar la pérdida de trayectoria del vehículo, para lo que utiliza sensores. Si establece que la trayectoria no es la señalada por el volante, actúa para frenar la rueda indicada y cortar la potencia del motor.
La efectividad del ESP es especialmente patente en casos de maniobras bruscas sobre suelo húmedo, por ejemplo para esquivar un animal que cruza el camino u otro vehículo. En esa situación es capaz de, en milésimas de segundo, impedir que el auto comience a hacer trompos.
El control de estabilidad combina las funciones del ABS (sistema de frenos antibloqueo) y del control de tracción, para de esa forma frenar la rueda indicada según la situación. Los sensores son tan rápidos que comparan el ángulo del volante con la trayectoria real del auto (para ver si coinciden) 25 veces por segundo.
Esta tecnología lleva más de un cuarto de siglo salvando vidas. Según cálculos de Bosch, empresa que lo desarrolló junto con Mercedes-Benz, solo en Europa este dispositivo evitó 500 mil accidentes con personas heridas y salvó 15 mil vidas. Además, el 82% de todos los autos y utilitarios nuevos del mundo lo incluyen como equipamiento de seguridad (en 2017 eran el 64%).