Luego de haber analizado el diseño y planteo general de la nueva Peugeot Landtrek, como también su confort interior, llegó el momento de “hablar” del comportamiento dinámico. No sin antes volver a aclarar que las tres unidades que manejamos en Tierra del Fuego días atrás eran de producción china. Posiblemente las que lleguen al país a fines 2022 (¿provenientes de Uruguay?) tengan una puesta a punto diferente. Pero un contacto dinámico de dos días por rutas y caminos de la provincia más austral fueron suficientes para conocer sus modales e incluso la capacidad off-road.
Dicen que la primera impresión es lo que cuenta y a veces la regla aplica a los autos. Cuando subí a la Landtrek y recorrí los primeros metros por las calles de Ushuaia dije “amortiguación blanda, andar confortable”. Y así es. El criterio de la puesta a punto de las suspensiones claramente está orientado al confort, un punto a favor teniendo en cuenta la degradación de nuestras calles y rutas. Hay que mencionar también que las unidades manejadas tenían neumáticos tipo todoterreno de perfil alto, que agrega una cuota “soft” que podría perderse si calzara cauchos más ruteros con perfil bajo, como sucede en la mayoría de las versiones full en este segmento de chatas medianas.
Una vez fuera de la ciudad comenzamos a hilvanar las primeras curvas hacia el Paso Garibaldi (con una excepcional vista panorámica del Lago Escondido, rodeado de picos cordilleranos). El relax de las suspensiones se siente bien hasta la primera maniobra exigente, donde la suavidad se traduce en algunas inclinaciones, que –sumadas a cierta lentitud de la dirección– no transmiten la mayor precisión dinámica. Esto no quiere decir que tenga un mal comportamiento, pero podría mejorar el tacto con otra puesta a punto.
Fuera del pavimento
Hablamos de un esquema de chasis de largueros y eje rígido trasero (con elásticos), como en todas pick ups de este segmento. Un conjunto que en el ripio y en tramos off-road de máxima exigencia se mostró sólido, sin crujidos ni torsiones.
También resultó eficiente el sistema de tracción, que en las versiones 4x4 tiene un planteo convencional: en condiciones normales la fuerza se transmite a las ruedas traseras hasta que –si se complica el terreno– se puede conectar la doble mediante una práctica “ruedita” en la consola central. Vale aclarar que también tiene marcha baja o reductora, lo que amplía enormemente las posibilidades de sortear tramos de máxima dificultad maniobrando a baja velocidad.
Agrega algunas funciones como el control de descenso pero lo mejor es que está equipada con bloqueo de diferencial trasero. Este recurso básicamente anula la función del diferencial impidiendo que las ruedas –en este caso del eje posterior– puedan girar a velocidades diferentes. De esa forma si una pierde contacto con el piso no quedará girando “loca”, lo que haría escurrir la fuerza que necesita la otra, que sí está apoyada en el piso, para traccionar. Parece un detalle menor pero puede ser el as en la manga que nos permita salir de un embrollo. Por todo esto, como vehículo todoterreno, la Landtrek 4x4 aprueba el rubro con buena nota.
Los ángulos de ataque y salida son correctos pero en una de las maniobras dañé parte del chapón inferior, un accesorio que debería ser un poco más sólido en la gama Mercosur.
No pude hacer pruebas de frenado pero el sistema, convencional, con discos delanteros y tambores traseros, responde correctamente. Lo mismo vale para los controles de tracción y estabilidad, que sí pude “tantear” pero moderadamente.
Como ya hice con otros aspectos del vehículo, si tuviera que posicionar el comportamiento dinámico de la Landtrek en el segmento diría que está dentro del promedio, con una tendencia hacia el confort de marcha, quizá como guiño a la personalidad Peugeot, esta vez encarnada en una pick up. Pero volvemos a lo mismo: hay que esperar para conocer la puesta a punto definitiva que tendrán las unidades para Argentina.
¿Falta mucho? No tanto. En poco menos de un año, aseguran, llegará a estas tierras lista para abrirse paso en un segmento con jugadores fuertes y donde nadie regala nada. Ni los productos ni los usuarios.
