Si todavía pensás que los autos eléctricos son aburridos para manejar, mirá esta espectacular drag race en un circuito privado de cuarto de milla entre una Ferrari SF90 Stradale y un Tesla Model S Plaid; es decir, entre un deportivo con motor híbrido y otro 100 por ciento “verde”.
Tesla vs. Ferrari en los papeles
La Ferrari SF90 Stradale es el primer modelo con propulsión híbrida que fabrica la casa italiana. Combina un motor naftero V8 4.0 biturbo de 780 CV y 800 Nm de torque máximo con tres motores eléctricos que en su conjunto entregan 220 CV, lo que da un total declarado por Ferrari de 1000 caballos de fuerza.
En aceleración plena es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 2,6 segundos, hasta 200 km/h en 6,7 segundos, y alcanzar una velocidad máxima de 340 km/h. La caja es automática de 8 marchas y la tracción a las cuatro ruedas (salvo cuando va en modo 100 por ciento eléctrico, que es delantera).
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Del otro lado se encuentra un Tesla Model S Plaid también tiene alrededor de mil burros, pero en este caso son 1020 CV y una filosofía totalmente distinta. Es que, como todos los vehículos de la marca californiana, la motorización es 100 por ciento eléctrica.
Según la ficha técnica oficial, el Model S Plaid está capacitado para acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 2,1 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 322 kilómetros por hora.
Tesla vs. Ferrari: la carrera
Este duelo, compartido en Youtube por la cuenta DragTimes (significa tiempo de picadas), consistió de cinco tiradas en un circuito de cuarto de milla. Esto significa que fueron todas carreras de 400 metros aproximadamente, en todos los casos con partida detenida (no da la extensión de la pista para un arranque en movimiento).
Por su completa entrega de fuerza no bien se pisa el acelerador, al igual que ocurre en todos los autos eléctricos, el Tesla sacó ventaja en casi todos los casos al comienzo de la carrera.
En las dos primeras tiradas, el Model S Plaid le sacó una buena ventaja a la SF90 Stradale, pero le dieron los puntos a la Ferrari porque el Tesla arrancó cuando todavía el semáforo mostraba una luz roja. En las tres siguientes, el conductor del eléctrico salió en verde y se hizo todo más parejo, aunque igualmente consiguió la victoria.
