Saldrá a subasta el Jeep Grand Cherokee que trajo a pedido a la Argentina en 2016 el por entonces jefe de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas. Es un SUV premium del segmento grande al que internamente se lo denominó La Bestia por sus diferentes cualidades.
La subasta se realiza recién ahora porque, como el vehículo está alcanzado por un régimen de importación de material bélico con destino a las Fuerzas Armadas, no podía ser transferida antes de cinco años desde el 1º de enero del año siguiente a la inscripción. Se inscribió en 2016, así que puede cambiar de titular desde el 1/1/2022.
El vehículo tiene un costo de mantenimiento muy elevado. Cambiar las pastillas de frenos delanteras, por ejemplo, cuesta 122.773 pesos. Es una inversión que, según el desgaste del sistema, hay que hacer una vez por año. Y reemplazar las pastillas de los frenos de atrás sale 95.067.
El gasto no termina ahí: renovar los discos de freno delanteros demanda 89.749 pesos y hacer lo mismo con los de atrás, 78.803 pesos. La rueda de repuesto, por su parte, valió cerca de 5.000 dólares.
Si se tiene en cuenta que el tanque de combustible alberga 93 de litros, llenarlo de nafta demanda casi 10.000 pesos. Y su consumo, pese a que no fue revelado oficialmente, debe ser muy elevado por el peso que carga el vehículo debido al blindaje que lleva.
El blindaje es del tipo BR6, un nivel diseñado para vehículos grandes. Tiene la capacidad de detener tres impactos de calibre 7.62 x 51 NATO con núcleo de plomo a una distancia de 10 metros. Los vidrios tienen un espesor de 41 milímetros con un agregado de 89 kg/m2.
Otra particularidad del vehículo es que viene con un dispositivo que, ante cualquier emergencia, se contacta de manera inmediata con la policía, los bomberos o la ambulancia. También tira cortinas de humo y trampas de aceite en caso de recibir un ataque.
En su momento, el vehículo le costó al Estado 122.000 dólares. No se informó cuál será el precio de partida de la subasta.
“Cuando llegamos nos encontramos con 211 vehículos. Más de la mitad no servían para los objetivos de una Agencia Federal de Inteligencia, que necesita autos que pasen desapercibidos. Eran todos de recontra alta gama (sic), como el denominado La Bestia”, explicó la interventora de la AFI, Cristina Caamaño.
La Bestia no es el único auto de la AFI que saldrá a subasta. Habrá otros 126 disponibles: 58 se subastarán por una “racionalización de la flota”, explican desde el organismo, ya que “no es necesario contar con tantos vehículos) y 58 por renovación.