Los autos estadounidenses tienen fama de estar pensados para las extensas autopistas yanquis, con cajas automáticas y menos características deportivas que sus equivalentes del otro lado del océano. Eso, al menos en algunos casos.
El Cadillac CT-5 V Blackwing viene a barrer con esa teoría. Es un auto creado para el circuito y con eje en la experiencia del manejo. Por eso tiene una particularidad total para un auto norteamericano (y a esta altura de todo el mundo): ¡caja manual!
Con este auto Cadillac quiere plantarse frente a los fabricantes alemanes, famosos por la puesta a punto “picante” de sus modelos estrella. Audi, BMW, Mercedes-Benz, solo por mencionar a las clásicas Premium.
Así, el CT-5 V Blackwing recurre a un motor V8 de 6.2 litros y ¡668 caballos de fuerza! El torque máximo, por su parte, es de 893 Nm. Y toda esa potencia llega solo a las ruedas traseras, aunque opcionalmente se puede pedir un sistema de tracción integral.
Así, las emociones están garantizadas. Con menos de 4 segundos para aelerar de 0 a 100 km/h con partida detenida y superar los 320 km/h de velocidad final.
La suspensión fue especialmente adaptada para esta versión, con amortiguadores adaptativos Magnetic Ride, que modifican su dureza de acuerdo a la situación, diferencial autoblocante electrónico y un control de tracción con un modo específico para conducción deportiva.
