La transición que vive el mundo del automóvil implica grandes cambios, y uno de ellos es el paso a mecánicas cada vez menos contaminantes. Por eso es que Toyota dejará de desarrollar y producir motores de ocho cilindros en V.
La marca japonesa le dice adiós a los clásicos V8 y también lo hace Lexus, su firma de lujo. El motivo es la elevada inversión que requieren para hacerlos compatibles con las normas anticontaminación, cifras cuyos -bajos- volúmenes de venta ya no los hacen rentables.
Toyota los usaba por ejemplo en camionetas como la Land Cruiser, con 4.5 y 4.6 litros de cilindrada y potencias de 249 y 318 CV, respectivamente, asociado a una caja automática de seis marchas.
Lexus, por su parte, iba a usar un V8 5.0 biturbo para el nuevo LC F, la versión más radical del deportivo.
En el caso del V8 atmosférico, en las marcas informaron que su lugar lo ocupará un nuevo V6 biturbo de 3,5 litros, que se podrá adoptar en diferentes modelos.
Además, esta mecánica podrá adoptar diferentes formas de electrificación. Desde una "mild hiyrid" de 48 V (un motor eléctrico pero no para mover al vehículo sino para asistir al V6), hasta opciones híbridas o híbridas enchufables tradicionales.