La segunda generación de la Renault Duster se presentó en Brasil, donde ya se produce. Se trata de una actualización estética, mecánica y de equipamiento para ponerse a tono con sus rivales más directos; entre ellos, la Ford EcoSport, la Chevrolet Tracker, el Jeep Renegade y el Volkswagen T-Cross, entre otros.
La nueva Renault Duster muestra un diseño similar al de la generación anterior. Las diferencias se encuentran principalmente en el frontal, con la nueva parrilla y paragolpes, y en los faros de atrás, que adoptan un estilo casi idéntico al del Jeep Renegade.
Puertas adentro, la novedad más importante se encuentra en la consola central, con una pantalla táctil de ocho pulgadas para el sistema de información y entretenimiento. También se renuevan las salidas de aire, el instrumental, el volante, los paneles internos de las puertas y los tapizados.
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A partir de ahora, al menos en el mercado de Brasil, el todoterreno del Rombo viene con control de estabilidad de serie. El punto en contra: a diferencias de otros modelos de Renault, incluso algunos más económicos, tiene apenas dos airbags frontales, sin bolsas de aire laterales ni de cortina.
Inicialmente se venderá en el país vecino con el conocido motor naftero 1.6 litros de 120 CV (caja manual de cinco marchas o automática CVT) que ya ofrecen otros vehículos de la marca francesa, como Captur, Kangoo, Logan y Sandero.
Más adelante, la Duster incorporará un motor naftero 1.3 litros turbo de 163 caballos de potencia en las versiones más exclusivas, que dejarán atrás el naftero 2.0 litros de 138 CV. Por ahora, no habrá variantes con tracción integral.
La nueva Duster, en realidad, no es tan "nueva" a nivel mundial, ya que se dio a conocer bajo el ala de la marca Dacia en el Salón de Frankfurt 2017 y desde allí fue lanzándose en distintos mercados del mundo. A Latinoamérica llega con ajustes propios para la región... y también con una demora importante.
Su lanzamiento en la Argentina se concretará en el segundo semestre de este año, pero las unidades a vender en el mercado local no llegarán de Brasil, sino de Colombia, el otro país de la región en el que la marca del rombo tiene una planta de producción.
