En 2015 estalló la bomba para el Grupo Volkswagen: se supo que falseaba los datos de emisiones contaminantes y que, en realidad, sus autos diésel contaminaban más de lo que informaban en las pruebas de laboratorio. Al escándalo se lo conoció popularmente como "dieselgate".
El hecho se conoció en Estados Unidos, pero luego se extendió a otras partes del mundo. Ahora la automotriz llegó a un acuerdo con la justicia alemana para resarcir a sus clientes de ese país afectados: deberá desembolsar 830 millones de euros.
Según detalló la agencia DPA, serán entre 1.350 y 6.257 euros de indemnización para cada cliente. Es por haber sido engañados, ya que durante los controles un software en sus autos informaba datos de emisiones contaminantes menores a las reales.
El acuerdo fue entre el grupo automotriz y la Oficina Central del Consumidor en Alemania (vzbv). Llegaron a la cifra bajo la mediación del presidente del juzgado, Wolfgang Scheibel.
Desde la compañía aclararon que a partir de ahora harán todo lo posible por realizar lo antes que puedan los pagos a los clientes afectados. Desde fines de marzo los mismos comenzarán a recibir "un pago único de de forma fácil y rápida", detallaron.
Mientras tanto la marca apuesta a la electrificación de su gama de modelos, en primer lugar con el ID.3, auto mediano -de tamaño similar a un Golf- que es la punta de lanza de una familia de productos -libre de emisiones- que ira llegando a las calles en los próximos años.
