Si hay un agente que manejó buenos "fierros", ese es James Bond. De espectaculares BMW hasta los más sofisticados Aston Martin, 007 se puso al volante de muchas reliquias sobre ruedas. Pero esta nadie se la esperaba: en su próxima película se subirá a un vehículo eléctrico.
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Así lo informó el diario The Guardian. Esta tendencia actual de la industria automotriz tiene su correlato en el cine, y por eso el auto que Bond acelerará no hará ruido (una de las características de los eléctricos). Se trata del Aston Martin Rapide E que la firma británica está desarrollando.
De esta joyita se fabricarán apenas 155 ejemplares, que costarán unos 300 000 euros cada uno. O sea, muy pero muy exclusivo. Se espera que esté listo para fines de 2019.
La casa inglesa lo anunció el año pasado, y adelantó algo sobre su poderío: ofrecerá 610 caballos de fuerza y 950 Nm de torque máximo, valores propios de un auto de carrera. Tendrá dos motores eléctricos y una batería de 65 kWh, que le otorgará una autonomía de 320 kilómetros.
Para acelerar de 0 a 100 km/h James Bond va a necesitar menos de cuatro segundos, mientras que la velocidad máxima será de 250 km/h. Otra cifra asombrosa que divulgó la marca es que podrá "recuperar" de 80 a 110 km/h en 1,5 segundos.
Por el momento lo único que adelanta algo de cómo será son estos bocetos que lo muestran muy alineado con el estilo de la marca. La gran pregunta es: ¿estará a la altura de otros autos que manejó Bond?
