El presidente Mauricio Macri despidió a Sergio Marchionne, el ex CEO de Fiat Chrysler Automobiles (FCA) que falleció hoy tras complicaciones en una cirugía. Lo hizo a través de Twitter, red social en la que confesó estar "apenado" por su partida física. Fue uno de los directivos más importantes en la historia moderna de la industria automotriz.
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Macri se refirió a Marchionne como "un amigo". Entre ellos existió una muy buena relación. Siempre que el ex mandamás del grupo ítalo-americano vino a la Argentina, el presidente lo recibió de brazos abiertos. Por eso, envió sus "condolencias a sus familiares, amigos y a toda la familia de Fiat Chrysler".
Su último encuentro fue en marzo, cuando Marchionne visitó la Casa Rosada para dialogar con Macri sobre el plan de inversiones de FCA en la Argentina hasta 2022. "Le ratificó la confianza del grupo en el futuro argentino", dijeron las fuentes oficiales por aquel entonces.
Lo cierto es que la cuestión central de aquella reunión fue la inversión que FCA realizará en Sudamérica para producir nuevos motores nafteros turbo. Fiat no confirmó todavía si los fabricará en la Argentina o en Brasil, pero el exministro de Producción, Francisco Cabrera, reconoció abiertamente que existe una negociación para llevarla a Córdoba.
La inversión más fuerte que entre Macri y Marchionne anunciaron para la Argentina fue en abril de 2016, cuando desde la planta de Ferreyra confirmaron que destinarían 500 millones de dólares a la producción de un nuevo modelo. Ese modelo es el Cronos y ya se vende a buen ritmo en el país.
