Ayer se cumplieron treinta años desde que el Trabant se dejó de fabricar allá por 1991. Un auto que pasó a la historia mucho más que por sus características técnicas: fue y es el símbolo de la Alemania dividida por el Muro de Berlín, la Guerra Fría y la disputa entre Oriente y Occidente después de la Segunda Guerra Mundial.
El dato curioso lo publicó el portal rbb24 en base a cifras oficiales: actualmente en Alemania hay más Trabant que Tesla. Son 38 173 contra 34 389, respectivamente.
Aunque es obvio que rápidamente Tesla pasará al frente en esta comparación de épocas, la cifra expone que todavía hay mucha gente interesada en conservar su “Trabi”, como se lo conoció cariñosamente. Es que ya se trata de un clásico de la industria automotriz del otro lado de la cortina de hierro.
En cuanto a Tesla, cabe recordar que además está levantando una mega fábrica en las afueras de Berlín, donde espera poder fabricar sus modelos más importantes en la tarea de mantener el liderazgo que logró tener entre los autos eléctricos en Europa. Si lo logrará o no todavía es un misterio.
El primer Traban salió de la línea de montaje en 1957, y a lo largo de sus 34 años de vida sufrió muy pocos cambios. Se destacó por su motor de moto (dos cilindros) y mecánica extremadamente sencilla, lo que permitía que los dueños lo arreglaran por sus propios medios.
La S de su emblema es por su fabricante, Sachsenring. Esta empresa formalmente se llamaba “VEB Sachsenring Automobilwerke Zwickau”, siendo esta última palabra el sitio donde estaba ubicada la fábrica. Curiosamente, la planta donde actualmente Volkswagen produce modelos 100% eléctricos como el ID.3 e ID.4, en lo que bien puede leerse como una demostración empírica de los enormes cambios que se viven en la movilidad.
La carrocería es de plástico y tuvo diferentes evoluciones y versiones, conocidas como 500 (1957-1962), 600 (1962-1964), 601 (1963-1991) y 1.1 (1990-1991). La 601 fue la más popular y la mayoría de los que todavía circulan corresponden a ella.
Incluso existe una 601 S, el la que lejos de cualquier deportividad la S refiere a “sonderwunsch”, que significa “deseo especial” en alemán.
El gran problema que tuvo durante los años que estuvo a la venta es que la entrega podía demorar ¡hasta más de una década! Por este motivo las unidades usadas costaban casi tanto como las cero kilometro.
En total del Trabant se fabricaron 3,1 millones de unidades, un verdadero clásico que marcó toda una época.