Días atrás Kia presentó oficialmente en la Argentina el nuevo K3, un compacto del segmento B que se importa desde México, donde se produce para una importante cantidad de mercados de la región. En un evento en Mendoza, la marca dispuso unas cuantas unidades para poder manejar por rutas y caminos de la provincia en un breve pero nutritivo primer contacto.
Algunos aspectos clave del K3
- Llega con dos carrocerías: hatch de cinco puertas con barras de techo denominado Cross y un sedán de cuatro con estilo tipo fastback. Ambas están disponibles con equipamiento EX y full GT-Line en una gama de precios de entre 25.000 y 28.500 dólares oficiales.
- Si bien juega en el segmento B, sus dimensiones son un poco más amplias que el promedio, algo que se refleja en un habitáculo espacioso, sobre todo en las plazas traseras, y con baúles de buena capacidad: 390 litros en el cross y 544 en el sedán.
- Además de un diseño moderno y atractivo, está hecho sobre una plataforma eficiente y con una carrocería que ya obtuvo cinco estrellas en las pruebas de choque, destacándose además las ayudas a la conducción. O sea, es un auto seguro.
- Si bien es un auto concebido para mercados emergentes, la calidad general está bien, con ajustes adecuados y una correcta insonorización. Y no se priva de un completo sistema multimedia y un combo de doble pantalla en el panel, algo que el público joven ve con buenos ojos.
- Todas las versiones tienen un solo motor: el conocido 1.6 naftero de larga data que vienen usando Hyundai y Kia en diversos modelos. Con 121 caballos y una única caja automática de seis marchas, no pretende ser un vehículo de altas prestaciones. A su favor, una probadísima confiabilidad. Quizá en algún momento se pueda sumar el motor 2.0 que se ofrece por ejemplo en el mercado mexicano.
Primeras impresiones sobre el K3
Cuando un auto tiene una butaca cómoda con regulación de altura y doble ajuste de volante, la posición de manejo suele ser buena. Y eso ya nos condiciona el manejo para bien. Aplica para el K3, que además ofrece al conductor un mix de “touch-screen” (pantalla táctil de 10,25”) y botones físicos en consola y volante que no distraen la conducción.
Bien insonorizado (el motor tampoco es ruidoso), sin “grillitos” molestos en caminos desparejos y con un andar suave, no quedan dudas de que la puesta a punto de la suspensión (además de neumáticos de perfil lógico) se orienta al confort, y eso está bien. No es un auto deportivo.
Ni podría pretender serlo con las magras reacciones de este motor sin turbo, que tiene un torque de 151 Nm a elevadas 4.850 rpm. O sea, en la zona baja del cuentavueltas hay poco. Se siente sobre todo en ruta. No tanto en ciudad, donde mueve con agilidad y se lleva muy bien con la caja automática de seis marchas, que entiende las exigencias del conductor. Y al menos en la versión full, tiene levas al volante que responden muy bien.
Aun con su perfil de auto doméstico y confortable, la dinámica en ruta en todo tipo de curvas es muy buena. Dobla sin demasiadas inclinaciones, con correcta tenida, transmitiendo seguridad al conductor y con un buen trabajo de la dirección, rápida y bien asistida. Claramente Kia tiene un buen “chasista”.
Esta mecánica suele tener un consumo elevado en la ciudad pero no tuvimos oportunidad de comprobarlo en este breve contacto. Pero la buena noticia es que en estos días estaremos haciendo una prueba completa del K3 al estilo de TN Autos.