Un mantenimiento frecuente es clave para alargar la vida útil de un vehículo y prevenir inconvenientes costosos. A la hora de una revisión, el cambio de líquidos es uno de los pasos que no pueden faltar. Sin embargo, hay muchas personas que, al levantar al capot, no saben reconocer para qué sirve cada depósito de fluidos. Para eso, existen una serie de trucos para poder identificarlos de manera correcta sin la necesidad de llevar el auto a un mecánico.
Aunque el diseño de cada contenedor no es idéntico en todos los modelos, existen ciertos símbolos que se repiten sin importar la marca ni el año. Además, hay ciertas características que permiten asegurarse de que se trata del depósito correcto.
Depósito de aceite de motor
El aceite de motor es uno de los líquidos más importantes para el funcionamiento del vehículo y requiere una revisión regular. Para poder identificarlo, hay que buscar una tapa con el dibujo de una especie de jarra con una una gota. En la mayoría de casos, se suele encontrar en la parte superior o lateral del motor. A solo unos centímetros o incluso en la misma tapa suele encontrarse la varilla que sirve para medir el nivel de aceite.
Su función es lubricar los componentes internos y disipar parte del calor, lo que ayuda a reducir el desgaste en varias piezas del motor. Cada fabricante recomienda en su manual un tiempo específico para el cambio de aceite, aunque en general se aconseja hacerlo cada 10.000 kilómetros.
Depósito de líquido de frenos
El líquido de frenos transmite la presión que se genera al pisar el pedal hasta los calipers que activan las pastillas. Al abrir el capot, es fácil identificar este recipiente porque es uno de los más pequeños y se puede encontrar del lado del volante, cerca de la bomba de freno. La tapa puede tener una advertencia con indicaciones sobre el tipo de líquido que necesita (DOT 3, DOT 4, etc.)
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En el depósito suele haber marcas que permiten controlar el nivel: “MAX” o “Upper”, para identificar que está la cantidad correcta, y “MIN” o “LOW”, para reconocer que hay menos de lo recomendado. Los fabricantes suelen aconsejar un reemplazo cada dos años o 40.000 kilómetros.
Depósito de líquido refrigerante
El líquido refrigerante cumple la función de mantener la temperatura del motor en niveles adecuados. Su depósito suele tener un símbolo de termómetro o una serie de líneas que indican calor.
La tapa de este contenedor suele tener advertencias sobre la presión y la temperatura. Asimismo, en la mitad suele haber una raya a la que hay que prestar atención, dado que si el líquido está por debajo de esta marca significa que es es insuficiente y que se tiene que hacer una recarga.
Depósito de líquido de la dirección hidráulica
En los autos que tienen dirección hidráulica o asistida, el depósito con el líquido correspondiente a este sistema suele tener en su tapa el dibujo de un volante. Su función es generar la presión necesaria para mover la dirección con menos esfuerzo.
En muchos vehículos, este contenedor se encuentra en la parte delantera del motor, conectado a una bomba hidráulica que funciona por medio de una correa. También tiene un indicador para identificar si el nivel de líquido es correcto. Si la cantidad es insuficiente, puede haber ruidos al girar el volante y sentirse una dirección más dura que lo habitual.
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Depósito del líquido limpiaparabrisas
El depósito con líquido limpiaparabrisas suele contar con el ícono de un parabrisas y chorros de agua. En la mayoría de vehículos, está ubicado a un costado y tiene una característica que lo hace fácil de reconocer: es el único contenedor con tapa a presión y no a rosca.