El carsharing es una solución de movilidad que te permite desplazarte con todas las comodidades, sin tener que comprar un auto, ni pagar todos los costes adicionales que supone ser propietario de uno. Solo tendrás que pagar el tiempo que uses el vehículo, por lo que supone un gran ahorro para aquellos que quieran usar el vehículo de forma ocasional.
Dentro de las principales causas que hicieron que el hecho de alquilar autos y compartirlos sea poco rentable es que los usuarios no los cuidaban, los maltrataban, los ensuciaban y los dejaban con malos olores, por ejemplo, a cigarrillo.
Este servicio nació en 2019 y es muy usual en países asíaticos y en algunos de Europa como Francia. Por lo general los autos utilizados son eléctricos que no requieren consumo de combustible y el costo de mantenimiento es menor.
¿Cómo funciona el carsharing?
Se trata de un sistema en el que el vehículo es propiedad de una empresa, pero es el uso es compartido por aquellos clientes que lo reserven. Simplemente tendrás que buscar el auto que tengas más cercano a tu ubicación y, si está libre, podrás usarlo para desplazarte hasta donde desees. Una vez hayas terminado de usarlo, simplemente tendrás que aparcarlo en las zonas asignadas y la próxima persona que lo necesite hará el mismo proceso que tu.
La gran ventaja es que solo pagas por el tiempo en el que usas el vehículo, por lo que te ahorras todos los costes y gastos que conlleva ser propietario de un vehículo: el coste de la compraventa, impuestos, mantenimiento y reparaciones.
Las ventajas de la movilidad sostenible con el carsharing
Ya hemos hecho un avance de las ventajas que tiene el carsharing, pero no son las únicas:
- Conducción sostenible. La industria del carsharing está comprometida a ofrecer soluciones de movilidad con vehículos eléctricos 100% sostenibles. Los autos eléctricos ofrecen una conducción segura, sencilla y silenciosa, además de que no generan emisiones de CO2.
- Ahorro económico. Al pagar solo por el tiempo que conduces te ahorrarás todo el dinero que conlleva ser propietario de un autos. El carsharing es una gran opción para aquellos que conducen ocasionalmente, ya que un vehículo no solo conlleva el pago inicial y los impuestos de la compraventa, también todos los costes de mantenimiento, reparaciones, el alquiler o la compra de una plaza de aparcamiento, etc.
- Ahorro de tiempo. No necesitas buscar una plaza de aparcamiento en plena ciudad, ya que hay espacios para que puedas dejar el vehículo sin pagar y con todas las comodidades. Además, la empresa se encarga de volver a cargar el vehículo, por lo que no tendrás que estar pendiente ni esperar a que se cargue.
- Menos preocupaciones. Si no tienes un vehículo en tu propiedad, puedes estar tranquilo con el mantenimiento, pasar la VTV, reparaciones, etc. Podrás desplazarte y manejar con todas las comodidades, y cero preocupaciones.
Fabricantes chinos en el negocio
Hace poco más de una década, impulsados por subsidios gubernamentales, cientos de fabricantes chinos se metieron en el negocio de la movilidad eléctrica para sacar provecho de la oportunidad. Naturalmente, gran parte de la cosecha fue de modelos chicos con un estándar básico en materia de diseño, calidad y autonomía de batería, con lo cual no resultaron especialmente atractivos para el usuario promedio, aunque sí lo fueron para las empresas de carsharing que, en ese momento, apostaban a un negocio que parecía estar recién empezando.
El carsharing es una solución de movilidad que permite desplazarse con todas las comodidades, sin tener que comprar un auto, ni pagar todos los costos adicionales que supone ser propietario de uno.
Algunos de los 4000 autos eléctricos desechados por una compañía de carsharing que cerró en Francia. La comuna ahora enfrenta un enorme problema ecológico.
Si suena parecido al alquiler de autos, es porque se trata del mismo negocio con variantes adaptadas a los tiempos que vivimos, como el hecho de buscar el vehículos más cercano a nuestra ubicación y, si está libre, poder usarlo para desplazarnos hasta donde deseemos. Una vez haya terminado el uso, se lo estaciona en las zonas asignadas y la próxima persona que lo necesite hará el mismo proceso.
Pero el carsharing fracasó y de los más de 500 fabricantes chinos de autos eléctricos que competían en 2019, hoy quedan alrededor de 100 activos.
El caso francés
En 2018, una de las primeras iniciativas de vehículo compartido dejó de prestar servicio: se trata de la francesa Autolib, y con el Bolloré Bluecar cuyos autos abandonados fueron localizados recién ahora. Miles de unidades de este auto urbano eléctrico, que no han encontrado destino ni uso tras el cese de esta firma de carsharing, se amontonan en un descampado.
De esta noticia se han hecho eco medios franceses como L”argus gracias a las fotos de denuncia en redes sociales de los vecinos de Romorantin, una localidad de la zona Centro-Valle del Loira y cercana a París. La capital fue la primera ciudad donde comenzó a operar Autolib, aunque no la única, pues también estuvo activa en Lyon o Bordeaux.
Y es que, si ya no es tarea fácil dar salida en el mercado de segunda mano a los autos eléctricos, menos aun cuando las unidades han estado destinadas a un servicio público, pasando por no pocas manos y no siempre cuidadosas.
Solo siete años estuvo en servicio Autolib en París hasta que rescindió el contrato antes de tiempo. Y es que no fue tan rentable como se esperaba: de hecho, al cese de la iniciativa acumulaba una deuda cercana a los 200 millones de euros.